El islam no es una religión nueva; en su esencia es la misma que Dios le reveló a todos sus profetas. Nuestra escritura sagrada, el Corán, nos dice.
"Creemos en Dios y en todo lo que se nos ha revelado: y en todo lo que se les reveló a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, a las tribus, a Moisés, Jesús, y a todos los profetas de parte de Dios"
(Corán 2:136)

lunes, 27 de septiembre de 2010

La purificación de el Corazón...


Shaij Abdu Razak Al Badr

Las alabanzas son para Alá, alabanzas numerosas, puras y benditas. Elogio a Alá con todo lo bueno, no puedo restringir su alabanza, Él es tal como se describió y elogió a Sí mismo. Y atestiguo que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Alá, Único sin asociados, y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones de Alá sean con él, con su familia y todos sus compañeros.

Siervos de Alá, temed a Alá como debe ser temido y tenedlo presente como aquel que sabe que su Señor lo está observando y escuchando; y sabed, que Alá os tenga Misericordia, que de los asuntos más importantes por los cuales el musulmán debe preocuparse y tratar de purificar, es su corazón. Ya que el corazón, siervos de Alá, es la base de todas las obras y el principio de los movimientos del cuerpo; así pues, si el corazón es sano, lo será también su cuerpo, y si se corrompe, se corromperá también su cuerpo. Y nuestro Profeta, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, solía preocuparse de sobremanera por purificar el corazón, y le importaba mucho este asunto; tal como aconsejaba en muchos de sus hadices, los cuales comprenden grandiosas súplicas.

El Profeta, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, solía decir en sus súplicas:

Oh Alá, pon luz en mi corazón.”

Oh Alá, me refugio en Ti de un corazón que no te teme.”

Oh Alá, dales temor a nuestras almas, y purifícalas porque Tú eres el mejor que las puede purificar, Tú eres su Aliado y su Señor.”

Oh Alá, limpia mi corazón de los pecados tal como se limpia una prenda blanca de la suciedad.”

Oh Aquel que tiene el poder de cambiar los corazones, afirma el mío sobre tu religión.”

Y los hadices sobre este asunto son muchos.

Siervos de Alá, es obligación de todo musulmán preocuparse por purificar y limpiar su corazón, al mismo tiempo que su exterior; porque no es lógico, siervos de Alá, que encaminemos nuestro exterior teniendo impuro el corazón. Y siempre que el musulmán purifique su corazón con las buenas obras, la sincera devoción (ijlas), la veracidad y amor por Alá y Su Mensajero, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, se encaminará su interior y se purificará su exterior.

Tal como se menciona en Sahih al Bujari y Muslim, en un hadiz de An Nu’man ibn Bashir, que Alá esté complacido con él, que dijo: Escuché al Mensajero de Alá, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, decir: “Por cierto que en el cuerpo existe un trozo de carne, que si se encuentra sano, todo su cuerpo lo estará, y si se corrompe (enferma), todo el cuerpo se corromperá, este es el corazón.”

Este hadiz, siervos de Alá, es inmenso, contiene la prueba más clara de que la purificación del comportamiento externo del siervo, depende de la purificación de su corazón e interior. Por tanto, si su corazón está sano, y solamente tiene el amor a Alá, a lo que Él ama, su temor y el temor a caer en lo que Él prohibió, se purificará todo su comportamiento externo. A diferencia de si su corazón está corrompido, y se ha apoderado de él el amor a lo vano, el seguir las pasiones y preferir los deseos del ego, si es así se corromperán todas sus partes siguiendo a su corazón.

Siervos de Alá, el corazón en todas sus situaciones piensa en alguno de los siguientes asuntos: en la obligación que tiene con respecto a la otra vida y lo que le beneficiará, o en lo que le beneficiará en su vida mundanal y diaria, o en cambio en susurros vanos, falsas esperanzas, etc.; por eso, quien quiera purificar su corazón deberá ocupar su mente en lo que le beneficiará y le traerá el éxito verdadero.

Así pues, en temas de conocimiento lo ocupará en el aprendizaje de la unicidad de Alá y Sus derechos, en la muerte y lo que vendrá después, ya sea entrar al paraíso o al infierno, en las malas acciones y la forma de prevenirlas. En temas de voluntad y determinación, ocupará su corazón deseando aquello que beneficiará a su voluntad y abandonando aquello que la perjudicará. Y de esta forma logrará que su pensamiento sea recto, y su corazón sano, tranquilo y repleto de bien.

Siervos de Alá, ciertamente uno de los mejores apoyos que puede tener el siervo para esto, es estableciendo numerosas pruebas y ejemplos beneficiosos para que así se fortalezca la unión del corazón con Alá, aumente su certeza, se complete su fe y se agrande la unión con su Señor, Glorificado y Elevado Sea.

Y los ejemplos en este tema son numerosos, y el más importante es que el corazón del musulmán tenga presente el ejemplo de la vida mundanal, su insignificancia, su poca fidelidad y su gran rudeza, la bajeza de sus seguidores y lo rápido que se acaba. Si el corazón tiene presente estas cosas, la abandonará y buscará a la otra vida, y en ese momento, siervos de Alá, su corazón tendrá presente la otra vida y su perdurabilidad, y comprenderá que esa es la verdadera vida.

Puesto que sus seguidores nunca la abandonarán ni saldrán de ella, sino que es la morada eterna y la meta del viaje.

Después tendrá presente el ejemplo del Infierno y su arder, su gran profundidad, su inmenso calor y el gran castigo que padecerá su gente; imaginará todo esto en su corazón y pensamiento, cuando estén siendo llevados con sus rostros ennegrecidos y cadenas en sus cuellos, cuando lleguen al Infierno, éste abrirá sus puertas delante de ellos, y verán con sus ojos este horrible panorama estando sus corazones llenos de pesar y dolor. Si el corazón del siervo tiene presente estas cosas, se apartará de los pecados y de las pasiones, y se vestirá con la prenda del temor y la precaución; y dependiendo de la intensidad de estos ejemplos en su corazón, mayor será su alejamiento de los pecados y prohibiciones.

Posteriormente tendrá presente el ejemplo del paraíso y todo lo que Alá les preparó a su gente, lo cual ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado ni ningún corazón se haya podido imaginar; además de lo que Alá describió a Sus siervos por boca de Su Mensajero, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, de una forma detallada de la gran felicidad en la que estarán sus habitantes, con los mejores tipos de deleites, ya sea comida, bebida, vestimenta, alegría, regocijo, etc. Así que tendrá presente en su corazón una morada de felicidad eterna que Alá describió en detalle: su tierra es almizcle, sus guijarros son perlas, sus construcciones son un ladrillo de oro y otro de plata, y su bebida es más dulce que la miel, más agradable que el almizcle, más fresca que el alcanfor y más deliciosa que el jengibre. Sus frutos serán eternos, nunca se agotarán y siempre estarán al alcance de sus manos, y reposarán en lechos elevados. Su comida será carne de ave de la que deseen, beberán vino que no les provocará dolor de cabeza ni embriaguez, y tendrán los frutos que ellos quieran, y estarán recostados sobre sofás; y en esos jardines se regocijarán, donde habrá lo que deseen las almas y alegre a los ojos, y ahí estarán eternamente.

Siervos de Alá, si le añadimos a estos testimonios el ejemplo del día en el que se contemplará el rostro del Señor, Ennoblecido y Elevado Sea, y escuchar Sus palabras sin ningún intermediario, aquí es donde sentiremos que nuestro corazón viaja a su Señor más rápido que los vientos, y durante su camino no se detiene a mirar a derecha o izquierda.

Siervos de Alá, si el siervo tiene en cuenta todos estos ejemplos en su vida, y piensa en ello, será una gran ayuda para purificar su corazón y liberarlo de todas las malas descripciones y bajos deseos, u ocuparlo en depender de alguien que no sea Alá, Glorificado Sea. Y será lo que más le inste a la adoración, amor, temor, arrepentimiento, necesidad de Alá y el tratar de agradarle, Glorificado y Elevado Sea.

Y nosotros le pedimos a Alá, Ennoblecido y Elevado Sea, con sus bellos Nombres y sublimes Atributos, que otorgue temor a nuestros corazones; ¡Oh Alá! Dales temor a nuestras almas, y purifícalas porque Tú eres el mejor que las puede purificar, Tú eres su Aliado y su Señor, ¡Oh Alá! Limpia nuestros corazones de los pecados y errores tal como se limpia una prenda blanca de la suciedad, ¡Oh Alá! Nos refugiamos en Ti de un corazón que no Te teme, ¡Oh Alá! Pon luz en nuestros corazones y condúcelos a Tu adoración, oh Viviente, Aquel que se basta a Sí mismo y se ocupa de toda la creación, el Dueño de la Nobleza y el Honor.

Os aconsejo a ustedes y a mí, siervos de Alá, el temor a Alá, Glorificado y Elevado Sea, tenedlo presente tanto en privado como en público, y que cada uno de nosotros se preocupe por purificar su corazón y su alma hasta encontrarse con Alá, Glorificado y Elevado Sea, el día del Juicio con un corazón sano, lleno de bien, amor, obediencia, arrepentimiento y vuelta continua a Alá, Glorificado y Elevado Sea. Sobretodo, siervos de Alá, al vivir en un tiempo en el que hay muchas tentaciones y desgracias, además de las numerosas cosas que te alejan de la obediencia a Alá, Glorificado y Elevado Sea.

Se reporta en el Sahih Muslim en un hadiz de Hudhaifa ibn Al Iaman, que el Mensajero de Alá, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, dijo: Las tentaciones se irán presentando en los corazones de los hombres como una estera que es trenzada junquillo a junquillo, y en cada corazón que se impregne de ellas habrá un punto negro, y en cada corazón que los rechace habrá un punto blanco, hasta que haya dos tipos de corazones: uno blanco, como una piedra blanca, que no será dañado por ningún conflicto mientras existan los cielos y la tierra, y el otro negro ceniciento (asuadu murbaddan), como una vasija cubierta de polvo y dada vuelta (alkûzi muÿajjian), que no reconocerá lo bueno ni rechazará lo malo sino que estará impregnado de pasiones.”

Podemos ver en este hadiz que el Profeta, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, clasificó los corazones en dos tipos: un corazón que cuando se le presentan las tentaciones las absorbe como la esponja al agua, por lo que se le marca un punto negro, y así seguirá absorbiendo todas las tentaciones que se le presenten hasta que ennegrezca por completo y quede colgado, buscamos refugio en Alá de esto; y esto es el significado de las palabras del Profeta, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, “como una vasija cubierta de polvo y dada vuelta (alkûzi muÿajjian)”, es decir, boca abajo y colgado. Cuando ennegrece y queda colgado, esto le genera dos grandes males y graves enfermedades, la primera es confundir el bien con el mal, no sabrá reconocer lo bueno ni rechazar lo malo. Y puede incluso que esta enfermedad acabe apoderándose de él hasta el punto de creer firmemente que lo bueno es algo malo y viceversa, o considerar la sunnah como una innovación, o la innovación como sunnah, y la verdad como falso, y lo falso como verdadero.

La segunda enfermedad es que preferirá a sus pasiones en lugar de lo que trajo el Mensajero de Alá, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, estará siempre siguiendo sus pasiones en lugar del camino del Mensajero, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, y el camino recto que enseñó, este es el primer tipo de corazón.

El segundo tipo es un corazón blanco, le pido a Alá, Ennoblecido y Elevado Sea, que todos nosotros lo tengamos así; es un corazón en el que se estableció la luz de la fe y en donde florecieron sus luces. Por eso cuando se le presenta la tentación, la ignora y rechaza, y de esta forma incrementa más su luz y su establecimiento, y se fortalece más su fe y confianza en Alá, y estará con el permiso de Alá, en un estado de seguridad, protección, paz y salud.

Siervos de Alá, la obligación de todo musulmán es preocuparse de purificar su corazón, sobretodo cuando se extienden las tentaciones, aumentan las innovaciones e incrementa la ignorancia de la religión de Alá Altísimo, y Alá, Ennoblecido y Elevado Sea, dice: “…y aferraos a Alá, pues Él es vuestro Protector. ¡Qué excelente Protector, y

qué excelente Defensor!” 22:78

Y es deber de todo musulmán, siervos de Alá, conducir a su alma a todos los asuntos que pueden traerle felicidad, paz, y piedad en esta vida y en la otra. Puesto que el inteligente es aquel que sometió a su alma y actuó para lo que vendrá después de la muerte, y el incapaz es aquel que siguió a sus pasiones se llenó de falsas esperanzas con Alá.

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