El islam no es una religión nueva; en su esencia es la misma que Dios le reveló a todos sus profetas. Nuestra escritura sagrada, el Corán, nos dice.
"Creemos en Dios y en todo lo que se nos ha revelado: y en todo lo que se les reveló a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, a las tribus, a Moisés, Jesús, y a todos los profetas de parte de Dios"
(Corán 2:136)

jueves, 28 de octubre de 2010

Introducción al Islam

En el nombre de Allah, Clemente, Misericordioso


Alabado sea Dios, que Su paz y Sus bendiciones sean sobre Su último profeta y mensajero Muhammad hijo de Abdullah, su familia, sus compañeros y sobre todo aquel que le siga, en la forma correcta, hasta el Día del Juicio Final.

¿Qué es el Islam?

En su origen idiomático, la palabra Islam significa 'sometimiento', es decir el sometimiento total a la voluntad divina.

Una definición mas detallada de lo que es el Islam, sería el definirlo como: Dar testimonio de que no existe divinidad alguna fuera de Allah (El Único Dios verdadero que merece ser adorado) y Muhammad es Su profeta y Su mensajero.

Quien crea en estos dos conceptos con su corazón, los afirme con sus palabras y los practique con sus acciones, será considerado un musulmán; es decir un sometido. La creencia en estos dos testimonios, incluye también el creer en los seis pilares de la Fé (Al-imán) y la práctica de los cinco pilares del Islam, esto teniendo en mente el Ihsán; que significa adorar a Dios y temerle como si se le estuviera viendo, ya que si bien no se le ve, El si nos esta viendo.

El Islam es el sello de los mensajes celestiales, el cual Dios, alabado sea, descendió a Su último mensajero Muhammad hijo de Abdullah (que la paz y las bendiciones de Dios sean con el). El Islam es la religión verdadera y la única que Dios acepta. Dios ciertamente hizo del Islam una religión fácil de practicar y sin dificultades; así pues, no les exige a sus seguidores mas de lo que pueden soportar, ni los agobia con lo que no pueden cumplir.

El Islam es una religión basada en el monoteísmo (Unicidad de Dios), siendo su lema la veracidad, su objetivo la justicia, su espíritu la misericordia y su fortaleza la verdad. Es una religión que guía a sus seguidores hacia todo lo que les beneficia en esta vida y en la otra, así como los previene contra todo lo que los perjudica en su religión y en su vida terrenal. Es la religión con la que Dios purifica las diferentes creencias y las buenas costumbres y con la cual purifica la vida terrenal y la vida de mas allá.
El Islam es la religión con la cual Dios unió y une los diferentes y dispersos corazones, liberándolos de la oscuridad de la falsedad y guiándolos hacia la verdad y hacia el camino recto.

El mensaje del Islam busca alcanzar tres objetivos:

1. Enseñarle a la gente la verdadera naturaleza de su Señor y Creador, dándoles a conocer Sus bellos nombres, los cuales no comparte con criatura alguna, Sus elevados atributos, los cuales lo diferencian de toda la creación, Sus sabias acciones en las cuales no tiene socios y las obligaciones de sus siervos para con El, las cuales no se le deben a nadie más si no El.

2. Llamar a las criaturas hacia la adoración de Dios, sin asociarle nada ni nadie. A adorarlo obedeciendo las leyes que El ha dictado en su Santo Libro: El Sagrado Corán y en la tradición (Sunna) de Su Santo Profeta; apartándose de lo que El prohibió y practicando lo que El ordeno, pues esto les traerá la prosperidad y la felicidad en esta vida en la otra.

3. Recordar y advertir a las criaturas acerca de su destino después de la muerte, de lo que encontraran en sus tumbas y durante la resurrección, su rendimiento de cuentas y su destino final de acuerdo a sus acciones e intenciones: el paraíso o el infierno.
Podemos resumir los más importantes fundamentos del Islam en los siguientes puntos:


Los pilares de la Fé

El primer pilar
: la creencia en Dios. Este pilar incluye los siguientes puntos:

1. La creencia en la soberanía absoluta de Dios; es decir que Dios es el creador, el Señor y el único que dicta el destino de sus criaturas.

2. La creencia en la divinidad de Dios; es decir que Dios es la única divinidad verdadera y todo lo que sea adorado fuera de El, es falso.

3. La creencia en sus nobles nombres y elevados atributos; es decir creer que Suyos son los mas nobles nombres, los atributos perfectos y que todo atributo o nombre que le podamos atribuir debe ser confirmado por el Corán o la Sunna del profeta de Dios.

El segundo pilar: la creencia en los Angeles. Los angeles son siervos honorables y puros. Creaciones de Dios, elevado sea, que le adoran día y noche y nunca le desobedecen, les han sido asignadas tareas específicas; entre ellos: Gabriel, que es el encargado de descender la revelación a quien Dios escoge de sus criaturas para profetas y mensajeros, Miguel, encargado de la lluvia y las plantas, Azrael, encargado de soplar el cuerno el Día de la Resurrección, también el ángel de la muerte que se encarga de recoger las almas durante la agonía.

El tercer pilar
: La creencia en los libros. Dios, elevado sea, ha hecho descender a sus profetas y mensajeros libros, en los cuales hay guía para la humanidad así como el bien y la prosperidad. Muchos de estos libros fueron cambiados o perdidos, algunos fueron mencionados en el Corán:

1. La Tora, que Dios descendiera a Moisés (la paz sea con el) y que es el principal libro revelado al pueblo de Israel.

2. El Evangelio revelado a Jesús (la paz sea con el).

3. Los Salmos (Azzabur) que le fuera revelado a David (la paz sea con el).

4. Los pergaminos (Assuhuf) de Abraham (la paz sea con el).

5. El Sagrado Corán, que Dios descendió a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con el) el último de Sus profetas y el sello de sus mensajeros. Con la revelación del Corán quedaron abrogadas todos los libros anteriores y Dios mismo se ha encargado de su preservación, pues este se mantendrá como una prueba irrefutable contra quien no crea hasta el Día del Juicio Final.

El cuarto pilar
: La creencia (Fé) en los profetas y mensajeros que Dios, elevado sea, envió a la humanidad, el primero de los enviados fue Noé (la paz sea con el) y el último de ellos Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con el). Todos los profetas y enviados, incluyendo a Jesús y 'Uzair (Ezra) (que la paz sea con ellos dos), son seres humanos, creaciones y no poseen ninguna característica divina, pues son siervos de Dios de entre los muchos siervos de Dios, distinguiéndose de los demás porque Dios los agració con un mensaje. El último de estos mensajeros fue Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con el), pues fue enviado para toda la humanidad, y no vendrá después de el profeta alguno.

El quinto pilar: La Fé en el Día del Juicio Final. Este día es el día de la resurrección, después del cual no habrán más días. En ese día, Dios resucitara a la gente, las hará salir de sus tumbas y se decidirá su próxima estadía, que será eterna, ya sea esta en el paraíso o el fuego del infierno. La creencia en el Día del Juicio Final incluye creer en todos los acontecimientos que ocurrirán después de la muerte, tales como la tribulación de la tumba, tanto el castigo en ella como la tranquilidad de la misma, lo que viene después de la tumba: la resurrección y la rendición de cuentas y finalmente el paraíso o el fuego del infierno.

El sexto pilar: La creencia en el Destino (Al-Qadr). Creer en el destino significa creer en Dios, alabado sea, es el que decide y crea los acontecimientos y las criaturas de acuerdo con su conocimiento previo y absoluto y como lo decidiera su absoluta sabiduría. Así, a Dios solamente pertenece el conocimiento de todas las cosas desde siempre. Dios mantiene el destino de toda creación registrado en el Lauh Al-Mahfudh (La Tabla preservada), que El mismo creó. Todas las criaturas y acontecimientos han sido creados por Su voluntad y nada es o existe sin que Sea su voluntad.

La diferencia entre Mensajero (rasul) y Profeta (nabi)



No son correctas las palabras de aquellos que dicen que no existe diferencia entre Mensajero y Profeta, la diferencia está claramente en el numero de unos y otros, pues el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él) mencionó que el numero de profetas es de ciento veinticuatro mil, y el de los Mensajeros de un poco más de trescientos diez (Hadiz Sahih por Ahmad en su libro Musnad).


El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean sobre él) nos informó acerca del número de Profetas y Mensajeros, narro Abu Dharr haber dicho: “¡oh, Mensajero de Allah! ¿Cuántos son los Mensajeros?” Me respondió: “un poco más de trescientos veinte, son muy numerosos”. Y en la narración de Abi Umamah, dijo Abu Dharr: dije “¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Cuál es el numero de Profetas?” Respondió: “Ciento veinticuatro mil, y los Mensajeros de ellos fueron un poco más de trescientos veinte, fueron muy numerosos” -Registrado por Ahmad en su Musnad (Mishkat al Masabih, el Sheij Al Albani corroboró en dicho libro, que su cadena de narradores es correcta).


Se ha propagado entre los sabios la opinión de que la tarea del Mensajero es más general que la del Profeta. Que el Mensajero es aquel a quien le es revelada una ley y le es ordenado transmitirla; en cambio el Profeta es quien recibe la revelación pero no le es ordenada transmitirlas, por lo tanto todo Mensajero es también Profeta , pero no todo Profeta es Mensajero.


Allah dice en el Corán textualmente que envió a los Profetas al igual que envió a los Mensajeros: Y no enviamos antes que ti ningún Mensajero ni Profeta…”(22:52)


Dijo el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean sobre él) “Me fueron mostradas las distintas comunidades, y vi a un profeta que lo seguía una sola persona, otro Profeta al que lo seguía uno o dos hombres, y a otro profeta al que no lo seguía nadie…” (Transmitido por Al-Bujari ,Muslim, At Tirmidhi y An Nasa`i).


La definición preferible es: “El Mensajero es aquel que se le revela una ley nueva, y el Profeta es enviado para corroborar la legislación que le precede” (Tafsir Al Alusi).

La fe en los Profetas y los Mensajeros pertenece a los principios fundamentales de la creencia.

La fe en los Mensajeros es una de las bases de la creencia, dice el Altísimo “Di: Creemos en Allah y en lo que se nos ha revelado, en lo que fue revelado a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las doce Tribus, lo que Moisés, Jesús y los Profetas han recibido de su Señor, No hace distinción entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él.”(3:84)


Quien no crea en los Mensajeros se habrá desviado y se contará entre los perdedores: “Quien no crea en Allah, en Sus Ángeles, en sus Libros, en sus Mensajeros y en el Día de Juicio, se habrá desviado profundamente.”(4:136)


La relación entre la fe en Allah y la fe en los Profetas


Aquellos que suponen que creen el Allah pero no creen en Los Mensajeros ni en los Libros revelados, no enaltecen a Allah como merece “(los judíos) No valoraron ni enaltecieron a Allah como se merece, y dijeron: Allah no ha revelado nada a ningún hombre.”(6:91).


Aquellos que enaltecen a Allah como se merece, conocen sus atributos con que se ha calificado a sí mismo, el conocimiento, la sabiduría y la misericordia, y tienen total certeza de que Él envió a los Mensajeros y reveló los Libros, pues esto es acorde a Sus sublimes atributos, y no a creado el universo sin motivo: “¿Acaso cree el hombre que se lo dejará actuar a su antojo?” (75:37).


Este versículo expresa textualmente la incredulidad de quien diga creer en Allah y no crea en los Mensajeros “pretenden hacer distinción entre (la fe en) Allah y sus Mensajeros.” (4:150). Dijo Al Qurtubi respecto a este versículo: Expresa Allah, glorificado sea, que hacer distinción entre la fe en Él y en Sus Mensajeros es una forma de incredulidad, y se lo considera incrédulo porque Allah ordenó a los hombres que Lo adoraran según las leyes que fueron transmitidas por la boca de los Mensajeros; y si no creen en los Mensajeros y rechazan sus leyes, quedan imposibilitados de poner en práctica la adoración que les fuera ordenado observar, y es como si no creyeran en el Creador, glorificado sea, y negar al Creador es incredulidad pues se deja de lado la obediencia y la adoración: igualmente sucede cuando se hace distinción en la fe en Allah y sus Mensajeros.(Tafsir Al Qurtubi (5/6).


Mensajeros y Profetas de los cuales Allah no ha informado


Este inmenso número mencionado de Profetas y Mensajeros nos indica de quien conocemos sus nombres son muy pocos, y que resta un número muy importante que desconocemos. El Corán explica esto en numerosas oportunidades: “Enviamos a Mensajeros que ya te hemos mencionado anteriormente y a otros que no te hemos mencionado” (4:164), y dice también: “Por cierto que enviamos otros Mensajeros antes de ti; de algunos de ellos te hemos relatado (su historia), y de otros no.”(40:78).


Sobre quienes Allah nos informo sus nombres es Su Libro y nos ha informado acerca de ellos El Mensajero (la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él) no se deben desmentir, y debemos creer que Allah ha enviado Mensajero y Profetas que desconocemos.


Los Profetas y los Mensajeros mencionados en el Corán


Allah menciona en su Libro veinticinco Profetas y Mensajeros, y hace referencia en distintos versículos a Adán, Hud, Salih, Shu´eib, Ismael, Idris, Dhul Kifl y Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él).


Dice el Altísimo: “Por cierto que Allah eligió a Adán…” (3:33). Dice: “Y al pueblo llamado ´Ad le enviamos a su hermano Hud (como Profeta)” (11:50). Dijo “Y al pueblo llamado Zamud le enviamos a su hermano Shalih (como Profeta)” (11:61),Y al pueblo llamado Madian le enviamos a su hermano Jetró (como Profeta)” (11:84), “Por cierto que Ismael, Enoch y Dhul Kifl, todos ellos eran pacientes.” (21:85), “Muhammad es el Mensajero de Allah” (48:29).

Son mencionados dieciocho de ellos en una sola oportunidad en Sura los Ganados: “Y está en nuestra prueba; se la proporcionamos a Abraham para que argumente contra su pueblo. Así elevamos la condición de quien queremos; ciertamente tu Señor es Sabio, Omnisciente. Y le agraciamos con Isaac y Jacob a quienes guiamos. A Noé le guiamos antes que él. Y de sus descendientes (guiamos) a David, Salomón, Job, José, Moisés y Aarón; y así es como recompensamos a los benefactores. Y a Zacarías, Juan, Jesús y Elías; todos ellos se contaron entre los justos. Y a Ismael, Eliseo, Jonás y Lot, a todos ellos les distinguíamos entre los hombres” (3:83-86).

De entre ellos cuatro son árabes según el hadiz de Abu Dharr: “De entre ellos cuatro son árabes: Hud, Salih, Su´eib, y tu Profeta ¡Oh, Abu Dharr!”(Registrado por Ibn Hibban en su libro Sahih, Al Bidaiah ua al Nihaiah (1/120)).

A los árabes que precedieron a Ismael se les denomina árabes de origen, y a los descendientes de Ismael hijos de Abraham (Al Bidaiah ua al Nihaiah) se los llama árabes arabizados; Hud y Salih pertenecían a los árabes de origen.


Las tribus


Los Profetas son aquellos que están mencionados en el Corán por sus nombres como tales pero hay algunos Profetas que indica el Corán que existieron pero que no sabemos sus nombres, ellos son los pertenecientes a las tribus del pueblo de Israel, ellos son los hijos del Profeta Jacob, que eran doce barones y en el Corán se menciona el nombre de uno solo: José, mientras que los once restantes no son mencionados en el Corán por sus nombres, pero si se nos informa que ellos recibían revelaciones, dice el Altísimo: “Decid: Creemos en Allah y en lo que nos fue revelado, en lo que reveló Abraham, a Ismael, Isaac, Jacob y las doce tribus(descendientes de los hijos de Jacob).”(2:136).


Y dice: “¿O diréis que Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las doce tribus fueron judíos o cristianos?”(2:140).


Árbol genealógico de los Profetas





Inchaallah si Allah ta'alah lo permite iremos poniendo una a una con todo detalle las historias más fascinantes y cautivadoras de aquellos que llevaron LA ILAHA ILLA ALLAH por bandera. Que todos los éxitos sean para Allah y todos los fallos para nosotras.

sábado, 23 de octubre de 2010

Llora cuando oye el Corán, pero tiene el hábito secreto de maltratar a sus padres… ¿es un hipócrita?

Alabado sea Allah.

En primer lugar, pensamos que el hecho de que estés preguntándote si eres un hipócrita o no, es un signo de una gran bondad en ti, in sha Allah, porque cuando un musulmán teme que pueda caer en la hipocresía, esto indica que su corazón está espiritualmente vivo y que se preocupa por proteger su fe. Ibrahím at-Taimi dijo: “Siempre que examino mis palabras comparadas con mis actos, temo no ser sincero”. Al-Hásan al-Basrí dijo de la hipocresía: “No le teme sino el creyente, y nadie se siente a salvo de ella sino el hipócrita”.

Ibn al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Cuanta más fe y más conocimiento tenga una persona, más temerá que pueda estar entre esta clase de gente (los hipócritas), por eso los líderes y las primeras generaciones de musulmanes tuvieron tanto temor de ser uno de ellos. ‘Umar solía decir a Hudhaifah: “Te ruego por Allah, ¿me mencionó el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) entre esa gente (es decir, los hipócritas)?”, y él le dijo: “No, pero no elogiaría por eso a nadie después de ti (es decir, no elogiaría a la gente diciendo que no fueron mencionados entre los hipócritas)”. Esto no significa que ‘Umar fuera el único que estuviera libre de hipocresía”.

Taríq al-Huyratain (p. 604).

Los más grandes amigos de Dios (awliá') temieron esto en sí mismos.

1 – Ibn Abi Mulaikah dijo: “Conocí a treinta de los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y todos ellos temían poseer actitudes hipócritas y ninguno de ellos nunca me dijo que tuviera una fe equivalente a la de Gabriel o Mika’il.

Al-Háfid Ibn Háyar (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Los más prominentes de entre los compañeros del Profeta (que Allah esté complacido con ellos) a quienes Abi Mulaikah conoció, fueron: ‘Aa'ishah, a su hermana Asmá', a Umm Salamah, a los cuatro ‘Abd Allah, a Abu Hurairah, ‘Uqbah ibn al-Háriz, y al-Miswar ibn Mayramah. Estos están entre aquellos de quienes he oído este reporte. También conoció a otros compañeros más prominentes que estos, tales como ‘Ali ibn Abi Tálib y Sa’d ibn Abi Waqqás, y confirmó que ellos temían a la hipocresía en sus acciones y nada contrario a esto fue narrado de ninguno de los compañeros, así es como si hubiera un consenso general en este aspecto. Esto es porque los actos de los creyentes pueden ser contaminados con elementos que socaven su sinceridad. El hecho de que ellos temieran esto no significa que cayeran en eso, sino que ellos eran extremadamente cautelosos y piadosos, que Dios esté complacido con ellos.

Fáth al-Bári, por Ibn Háyar (1/110-111).

2 – Al-Háfid Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Al-Ya’d Abu ‘Uzmán dijo: “Le dije a Abu Raya’ al-‘Attáridi: “¿Conociste a alguno de los compañeros del Profeta (que Allah esté complacido con ellos) de los que yo conocí, que temiera caer en la hipocresía?”. Él respondió: “Sí”. Alabado sea Dios, conocí algunos de los más prominentes entre ellos, y ellos solían temer mucho a la hipocresía. Y él había conocido a ‘Umar”.

3 – Y él (que Allah tenga misericordia de él) también dijo:

“Entre aquellos de los compañeros que solían buscar refugio en Dios de caer en la hipocresía, estuvieron Hudhaifah, Abul Dardá' y Abu Aiúb al-Ansarí. Entre la generación siguiente a los compañeros hubo muchos que solían hacer esto también. Ibn Sirín dijo: “No hay nada que yo tema más que este verso (interpretación del significado): “Entre los hombres hay hipócritas quienes dicen: Creemos en Allah y en el Último Día, pero en verdad no creen” (al-Báqarah 2:8). Abu Aiúb dijo: “Cada verso en el Corán que menciona la hipocresía, rezo para que no se aplique a mí”. Mu’awiyah ibn Qúrrah dijo: “’Umar solía temer a la hipocresía, por lo tanto, ¿cómo puedo sentirme a salvo de ella?”. Al-Hásan le dedicó mucha atención a este tópico, como también lo hicieron los imames del Islam después de él.

De acuerdo a un reporte narrado por Ibn Háni', el Imam Áhmad fue interrogado: “¿Qué opina acerca de alguien que no teme encontrar rasgos de hipocresía en sí mismo?”. Respondió: “¿Quién puede sentirse a salvo de la hipocresía?”.

Fáth al-Bári, por Ibn Ráyab (1/178-179).

Pon atención a estos dos importantes puntos:

1 – La hipocresía a la que temían estos imames entre los compañeros del Profeta (que Allah esté complacido con ellos) y entre quienes vinieron después fue la hipocresía de los actos, la cual conduce a la hipocresía del corazón y al Infierno (que Dios nos salve de eso). Esta es la clase de hipocresía que fue mencionada en varios reportes que advierten a los musulmanes contra sus características, tales como los siguientes:

Se narró que ‘Abd Allah ibn ‘Amr dijo: “El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Hay cuatro cualidades, y quien las posea todas es un perfecto hipócrita, y quien posea una de ellas tiene rasgos de hipocresía hasta que la abandone: cuando habla, miente; cuando se le confía, traiciona; cuando promete, no cumple; y cuando discute, recurre a calificativos denigrantes”.

Narrado por al-Bujari (34) y Muslim (58).

También fue narrado por at-Tirmidhi (que Allah tenga misericordia de él) quien dijo después de eso (2632):

“Lo que esto significa de acuerdo a los eruditos es la hipocresía en los actos. Esto era la hipocresía del rechazo en el tiempo del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Algo similar fue narrado de al-Hásan al-Basrí cuando dijo: “La hipocresía es de dos tipos: en los actos, y en la fe”.

Fin de la cita.

Al-Háfid Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Esto nos remonta a lo que mencionamos antes: que hay hipocresía mayor y menor. La hipocresía menor es la que se da en los actos, que es lo que estos compañeros temían en sí mismo. Esto conduce a la hipocresía mayor, que es lo que debería temer quien ha sido superado por la hipocresía menor, a tal punto que esto lo despojará de su fe completamente, como Allah dijo (traducción del significado):

“Y cuando se alejaron de la Verdad, Allah desvió sus corazones” (As-Sáff 61:5).

“Y sellamos sus corazones y sus ojos como la primera vez, cuando no creyeron, y les dejamos desorientados en su extravío” (al-An’ám 6:110)”.

Fáth al-Bári por Ibn Ráyab (1/179).

El Imam an-Nawawi comentó este reporte, ver su Shárh Muslim (2/46-48).

2 – Estos musulmanes prominentes fueron de la gente más recta de corazón, fueron quienes más respetaron los límites sagrados y quienes era menos probable que los transgredieran, pero esto era gracias a su gran conciencia de Dios y su temor a Su ira, porque podían considerar un pecado menor, si caían en él, algo tan grave como si fuera un pecado mayor. Algunos temían ser presuntuosos, otros incumplir en sus actos para que sus acciones no contradigan sus palabras, y otros consideraban que distraerse con actividades permisibles en sus hogares con su familia y esposas, aún cuando ellos se concentraban correctamente en las oraciones o al recordar a Dios, era una clase de hipocresía.

Se narró que Hánzalah al-Usaidi dijo: “Abu Bákr se encontró conmigo y dijo: “¿Cómo estás, Oh, Hánzalah?”, y yo respondí: “Hánzalah se ha convertido en un hipócrita”. Él exclamó: “¡Subhana Allah! ¿Qué estás diciendo?”. Respondí: “Cuando estamos con el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) él nos recuerda el Fuego y el Jardín (es decir, el Paraíso y el Infierno) hasta que siento que los estoy viendo con mis propios ojos, pero cuando dejamos al Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), volvemos con nuestras esposas, con los niños y a atender nuestros asuntos, nos olvidamos mucho de eso”. Abu Bákr dijo: “Por Allah, nosotros experimentamos algo similar”. Abu Bákr y yo fuimos a ver al Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dije: “Hánzalah se ha convertido en un hipócrita, Oh, Mensajero de Allah”. Él respondió: “¿Qué quieres decir?”. Respondí: “Oh, Mensajero de Allah, cuando estamos contigo, nos recuerdas el Fuego y el Jardín (es decir, el Paraíso y el Infierno) hasta que es como si lo estuviéramos viendo con nuestros propios ojos, pero cuando te dejamos, volvemos con nuestras esposas, con los niños y a atender nuestros asuntos, nos olvidamos mucho de eso”. El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Por Aquél en Cuyas manos está mi alma, si tú fueras siempre como cuando estás conmigo, y continuaras recordando (el Paraíso y el Infierno), los ángeles se saludarían contigo en las calles y en tu casa. Pero, Oh Hánzalah, hay un tiempo para esto, y hay un tiempo para lo otro” (y lo repitió tres veces).

Narrado por Muslim (2750).

An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Con respecto a las palabras “atendemos a nuestras esposas e hijos, y nuestros asuntos”, al-Harawi y otros han dicho: “Lo que significa esto es que estamos absorbidos y demasiado ocupados con eso. “Asuntos”, se refiere a cómo el hombre se gana la vida. “Hánzalah se ha convertido en un hipócrita” significa que él tenía miedo de volverse un hipócrita, porque sentía temor de Dios cuando estaba sentado con el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y eso se manifestaba en él al mantenerse concentrado en la rememoración de Dios y en meditar acerca del Más Allá, pero cuando se iba se distraía con su esposas e hijos y ganándose la vida en este mundo, pues el significado básico de la hipocresía es mostrar lo opuesto de un mal que uno esconde, por eso él temía estar convirtiéndose en un hipócrita. Pero el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo que esto no era hipocresía, y que no se esperaba que estuvieran inspirados por su presencia todo el tiempo: “Hay un tiempo para esto, y un tiempo para lo otro”.

Shárh Muslim (17/66-67).

Al-Háfid Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

Cuando esto se hizo claro para sus compañeros (que Allah esté complacido con ellos), que la hipocresía significa una incoherencia entre nuestros pensamientos interiores y nuestras expresiones exteriores, algunos de ellos temieron eso si perdían el estado de concentración que habían alcanzado cuando escuchaban las arengas, después de que haber retornado a sus asuntos mundanos y fueran distraídos por sus familias, sus hijos y sus bienes, que esto fuera hipocresía, como fue narrado en el Sahih Muslim de Hánzalah al-Ásadi...” (y citó el hadiz).

Fáth al-Bári, por Ibn Ráyab (1/111).

Con respecto a tu situación, debes temer más que aquellos amigos de Dios (awliyá') de entre los compañeros y las generaciones posteriores, porque estás desobedeciendo a Dios al tener ese hábito secreto y al maltratar a tus padres. Lo que dices que algunas veces le levantas la voz a tu padre no te excusará de la advertencia del castigo. Tienes prohibido aún decirle “Uf!” a tus padres, por lo tanto, ¿cómo les levantarás la voz? Lo que debes hacer es estar alerta para que tus pecados no te conduzcan a un mal destino.

Al-Bujari (que Allah tenga misericordia de él) le dedicó el título de un capítulo al reporte que narró de Ibrahím at-Taimi, Ibn Abi Mulaikah y al-Hásan al-Basrí (que la hemos citado arriba), diciendo: “Capítulo sobre el temor del creyente a que sus actos sean cancelados sin que él se de cuenta”.

Y concluyó este capítulo diciendo:

“Y existe el temor para quien persista en la hipocresía y el pecado sin arrepentirse, porque Allah dijo (traducción del significado): “Y no reinciden a sabiendas, sepan que sólo Allah perdona los pecados” (‘Ali ‘Imrán 3:135).

Fin de la cita.

Al-Háfid Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él) dijo:

“Lo que las palabras de al-Bujari (que Allah tenga misericordia de él) “Y existe el temor para quien persista en la hipocresía y el pecado sin arrepentirse, porque Allah dijo (traducción del significado): “y no reinciden a sabiendas, sepan que sólo Allah perdona los pecados.” (‘Ali ‘Imrán 3:135)”, significa que si uno persiste en el pecado y en los distintos tipos de hipocresía sin arrepentirse, existe el temor de que sea castigado con la pérdida completa de su fe, de tal modo que se convierta en un completo hipócrita y encuentre un mal destino (nos refugiamos en Dios de esto), tal como se ha dicho que el pecado es el camino a la incredulidad”.

Fáth al-Bári, por Ibn Ráyab (1/181).

En segundo lugar, te animamos a dejarte conmover por el Corán aún cuando llores, y escuches sus exhortaciones, y al mismo tiempo te animamos a arrepentirte de tus pecados, abstenerte de realizar el hábito secreto (la masturbación), y de maltratar a tus padres. Te animamos a apresurarte a disculparte con ellos, honrarlos, y tratarlos con amabilidad tanto en palabras como en actos. Ten cuidado de cometer estos pecados sin arrepentirte, y recuerda que quien verdaderamente teme a Dios no es quien llora y derrama lágrimas, sino quien abandona aquello por lo que teme ser castigado.

Esperamos que las advertencias que hemos citado como evidencia sean suficientes, si Dios quiere, para hacerte apresurar a arrepentirte y volver hacia Dios.

Y Allah sabe más.


Islam Q&A