Blog dedicado a mostrar con claridad las diferentes formas de difundir el Islam de acuerdo a Ahl al Sunnah wal jama'a en nuestras comunidades.
(Corán 2:136)
martes, 21 de diciembre de 2010
domingo, 21 de noviembre de 2010
jueves, 28 de octubre de 2010
Introducción al Islam
Alabado sea Dios, que Su paz y Sus bendiciones sean sobre Su último profeta y mensajero Muhammad hijo de Abdullah, su familia, sus compañeros y sobre todo aquel que le siga, en la forma correcta, hasta el Día del Juicio Final.
¿Qué es el Islam?
En su origen idiomático, la palabra Islam significa 'sometimiento', es decir el sometimiento total a la voluntad divina.
Una definición mas detallada de lo que es el Islam, sería el definirlo como: Dar testimonio de que no existe divinidad alguna fuera de Allah (El Único Dios verdadero que merece ser adorado) y Muhammad es Su profeta y Su mensajero.
Quien crea en estos dos conceptos con su corazón, los afirme con sus palabras y los practique con sus acciones, será considerado un musulmán; es decir un sometido. La creencia en estos dos testimonios, incluye también el creer en los seis pilares de la Fé (Al-imán) y la práctica de los cinco pilares del Islam, esto teniendo en mente el Ihsán; que significa adorar a Dios y temerle como si se le estuviera viendo, ya que si bien no se le ve, El si nos esta viendo.
El Islam es el sello de los mensajes celestiales, el cual Dios, alabado sea, descendió a Su último mensajero Muhammad hijo de Abdullah (que la paz y las bendiciones de Dios sean con el). El Islam es la religión verdadera y la única que Dios acepta. Dios ciertamente hizo del Islam una religión fácil de practicar y sin dificultades; así pues, no les exige a sus seguidores mas de lo que pueden soportar, ni los agobia con lo que no pueden cumplir.
El Islam es una religión basada en el monoteísmo (Unicidad de Dios), siendo su lema la veracidad, su objetivo la justicia, su espíritu la misericordia y su fortaleza la verdad. Es una religión que guía a sus seguidores hacia todo lo que les beneficia en esta vida y en la otra, así como los previene contra todo lo que los perjudica en su religión y en su vida terrenal. Es la religión con la que Dios purifica las diferentes creencias y las buenas costumbres y con la cual purifica la vida terrenal y la vida de mas allá.
El Islam es la religión con la cual Dios unió y une los diferentes y dispersos corazones, liberándolos de la oscuridad de la falsedad y guiándolos hacia la verdad y hacia el camino recto.
El mensaje del Islam busca alcanzar tres objetivos:
1. Enseñarle a la gente la verdadera naturaleza de su Señor y Creador, dándoles a conocer Sus bellos nombres, los cuales no comparte con criatura alguna, Sus elevados atributos, los cuales lo diferencian de toda la creación, Sus sabias acciones en las cuales no tiene socios y las obligaciones de sus siervos para con El, las cuales no se le deben a nadie más si no El.
2. Llamar a las criaturas hacia la adoración de Dios, sin asociarle nada ni nadie. A adorarlo obedeciendo las leyes que El ha dictado en su Santo Libro: El Sagrado Corán y en la tradición (Sunna) de Su Santo Profeta; apartándose de lo que El prohibió y practicando lo que El ordeno, pues esto les traerá la prosperidad y la felicidad en esta vida en la otra.
3. Recordar y advertir a las criaturas acerca de su destino después de la muerte, de lo que encontraran en sus tumbas y durante la resurrección, su rendimiento de cuentas y su destino final de acuerdo a sus acciones e intenciones: el paraíso o el infierno.
Podemos resumir los más importantes fundamentos del Islam en los siguientes puntos:
Los pilares de la Fé
El primer pilar: la creencia en Dios. Este pilar incluye los siguientes puntos:
1. La creencia en la soberanía absoluta de Dios; es decir que Dios es el creador, el Señor y el único que dicta el destino de sus criaturas.
2. La creencia en la divinidad de Dios; es decir que Dios es la única divinidad verdadera y todo lo que sea adorado fuera de El, es falso.
3. La creencia en sus nobles nombres y elevados atributos; es decir creer que Suyos son los mas nobles nombres, los atributos perfectos y que todo atributo o nombre que le podamos atribuir debe ser confirmado por el Corán o la Sunna del profeta de Dios.
El segundo pilar: la creencia en los Angeles. Los angeles son siervos honorables y puros. Creaciones de Dios, elevado sea, que le adoran día y noche y nunca le desobedecen, les han sido asignadas tareas específicas; entre ellos: Gabriel, que es el encargado de descender la revelación a quien Dios escoge de sus criaturas para profetas y mensajeros, Miguel, encargado de la lluvia y las plantas, Azrael, encargado de soplar el cuerno el Día de la Resurrección, también el ángel de la muerte que se encarga de recoger las almas durante la agonía.
El tercer pilar: La creencia en los libros. Dios, elevado sea, ha hecho descender a sus profetas y mensajeros libros, en los cuales hay guía para la humanidad así como el bien y la prosperidad. Muchos de estos libros fueron cambiados o perdidos, algunos fueron mencionados en el Corán:
1. La Tora, que Dios descendiera a Moisés (la paz sea con el) y que es el principal libro revelado al pueblo de Israel.
2. El Evangelio revelado a Jesús (la paz sea con el).
3. Los Salmos (Azzabur) que le fuera revelado a David (la paz sea con el).
4. Los pergaminos (Assuhuf) de Abraham (la paz sea con el).
5. El Sagrado Corán, que Dios descendió a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con el) el último de Sus profetas y el sello de sus mensajeros. Con la revelación del Corán quedaron abrogadas todos los libros anteriores y Dios mismo se ha encargado de su preservación, pues este se mantendrá como una prueba irrefutable contra quien no crea hasta el Día del Juicio Final.
El cuarto pilar: La creencia (Fé) en los profetas y mensajeros que Dios, elevado sea, envió a la humanidad, el primero de los enviados fue Noé (la paz sea con el) y el último de ellos Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con el). Todos los profetas y enviados, incluyendo a Jesús y 'Uzair (Ezra) (que la paz sea con ellos dos), son seres humanos, creaciones y no poseen ninguna característica divina, pues son siervos de Dios de entre los muchos siervos de Dios, distinguiéndose de los demás porque Dios los agració con un mensaje. El último de estos mensajeros fue Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con el), pues fue enviado para toda la humanidad, y no vendrá después de el profeta alguno.
El quinto pilar: La Fé en el Día del Juicio Final. Este día es el día de la resurrección, después del cual no habrán más días. En ese día, Dios resucitara a la gente, las hará salir de sus tumbas y se decidirá su próxima estadía, que será eterna, ya sea esta en el paraíso o el fuego del infierno. La creencia en el Día del Juicio Final incluye creer en todos los acontecimientos que ocurrirán después de la muerte, tales como la tribulación de la tumba, tanto el castigo en ella como la tranquilidad de la misma, lo que viene después de la tumba: la resurrección y la rendición de cuentas y finalmente el paraíso o el fuego del infierno.
El sexto pilar: La creencia en el Destino (Al-Qadr). Creer en el destino significa creer en Dios, alabado sea, es el que decide y crea los acontecimientos y las criaturas de acuerdo con su conocimiento previo y absoluto y como lo decidiera su absoluta sabiduría. Así, a Dios solamente pertenece el conocimiento de todas las cosas desde siempre. Dios mantiene el destino de toda creación registrado en el Lauh Al-Mahfudh (La Tabla preservada), que El mismo creó. Todas las criaturas y acontecimientos han sido creados por Su voluntad y nada es o existe sin que Sea su voluntad.
La diferencia entre Mensajero (rasul) y Profeta (nabi)

No son correctas las palabras de aquellos que dicen que no existe diferencia entre Mensajero y Profeta, la diferencia está claramente en el numero de unos y otros, pues el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él) mencionó que el numero de profetas es de ciento veinticuatro mil, y el de los Mensajeros de un poco más de trescientos diez (Hadiz Sahih por Ahmad en su libro Musnad).
El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean sobre él) nos informó acerca del número de Profetas y Mensajeros, narro Abu Dharr haber dicho: “¡oh, Mensajero de Allah! ¿Cuántos son los Mensajeros?” Me respondió: “un poco más de trescientos veinte, son muy numerosos”. Y en la narración de Abi Umamah, dijo Abu Dharr: dije “¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Cuál es el numero de Profetas?” Respondió: “Ciento veinticuatro mil, y los Mensajeros de ellos fueron un poco más de trescientos veinte, fueron muy numerosos” -Registrado por Ahmad en su Musnad (Mishkat al Masabih, el Sheij Al Albani corroboró en dicho libro, que su cadena de narradores es correcta).
Se ha propagado entre los sabios la opinión de que la tarea del Mensajero es más general que la del Profeta. Que el Mensajero es aquel a quien le es revelada una ley y le es ordenado transmitirla; en cambio el Profeta es quien recibe la revelación pero no le es ordenada transmitirlas, por lo tanto todo Mensajero es también Profeta , pero no todo Profeta es Mensajero.
Allah dice en el Corán textualmente que envió a los Profetas al igual que envió a los Mensajeros: “Y no enviamos antes que ti ningún Mensajero ni Profeta…”(22:52)
Dijo el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean sobre él) “Me fueron mostradas las distintas comunidades, y vi a un profeta que lo seguía una sola persona, otro Profeta al que lo seguía uno o dos hombres, y a otro profeta al que no lo seguía nadie…” (Transmitido por Al-Bujari ,Muslim, At Tirmidhi y An Nasa`i).
La definición preferible es: “El Mensajero es aquel que se le revela una ley nueva, y el Profeta es enviado para corroborar la legislación que le precede” (Tafsir Al Alusi).
La fe en los Profetas y los Mensajeros pertenece a los principios fundamentales de la creencia.
La fe en los Mensajeros es una de las bases de la creencia, dice el Altísimo “Di: Creemos en Allah y en lo que se nos ha revelado, en lo que fue revelado a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las doce Tribus, lo que Moisés, Jesús y los Profetas han recibido de su Señor, No hace distinción entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él.”(3:84)
Quien no crea en los Mensajeros se habrá desviado y se contará entre los perdedores: “Quien no crea en Allah, en Sus Ángeles, en sus Libros, en sus Mensajeros y en el Día de Juicio, se habrá desviado profundamente.”(4:136)
La relación entre la fe en Allah y la fe en los Profetas
Aquellos que suponen que creen el Allah pero no creen en Los Mensajeros ni en los Libros revelados, no enaltecen a Allah como merece “(los judíos) No valoraron ni enaltecieron a Allah como se merece, y dijeron: Allah no ha revelado nada a ningún hombre.”(6:91).
Aquellos que enaltecen a Allah como se merece, conocen sus atributos con que se ha calificado a sí mismo, el conocimiento, la sabiduría y la misericordia, y tienen total certeza de que Él envió a los Mensajeros y reveló los Libros, pues esto es acorde a Sus sublimes atributos, y no a creado el universo sin motivo: “¿Acaso cree el hombre que se lo dejará actuar a su antojo?” (75:37).
Este versículo expresa textualmente la incredulidad de quien diga creer en Allah y no crea en los Mensajeros “pretenden hacer distinción entre (la fe en) Allah y sus Mensajeros.” (4:150). Dijo Al Qurtubi respecto a este versículo: Expresa Allah, glorificado sea, que hacer distinción entre la fe en Él y en Sus Mensajeros es una forma de incredulidad, y se lo considera incrédulo porque Allah ordenó a los hombres que Lo adoraran según las leyes que fueron transmitidas por la boca de los Mensajeros; y si no creen en los Mensajeros y rechazan sus leyes, quedan imposibilitados de poner en práctica la adoración que les fuera ordenado observar, y es como si no creyeran en el Creador, glorificado sea, y negar al Creador es incredulidad pues se deja de lado la obediencia y la adoración: igualmente sucede cuando se hace distinción en la fe en Allah y sus Mensajeros.(Tafsir Al Qurtubi (5/6).
Mensajeros y Profetas de los cuales Allah no ha informado
Este inmenso número mencionado de Profetas y Mensajeros nos indica de quien conocemos sus nombres son muy pocos, y que resta un número muy importante que desconocemos. El Corán explica esto en numerosas oportunidades: “Enviamos a Mensajeros que ya te hemos mencionado anteriormente y a otros que no te hemos mencionado” (4:164), y dice también: “Por cierto que enviamos otros Mensajeros antes de ti; de algunos de ellos te hemos relatado (su historia), y de otros no.”(40:78).
Sobre quienes Allah nos informo sus nombres es Su Libro y nos ha informado acerca de ellos El Mensajero (la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él) no se deben desmentir, y debemos creer que Allah ha enviado Mensajero y Profetas que desconocemos.
Los Profetas y los Mensajeros mencionados en el Corán
Allah menciona en su Libro veinticinco Profetas y Mensajeros, y hace referencia en distintos versículos a Adán, Hud, Salih, Shu´eib, Ismael, Idris, Dhul Kifl y Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él).
Dice el Altísimo: “Por cierto que Allah eligió a Adán…” (3:33). Dice: “Y al pueblo llamado ´Ad le enviamos a su hermano Hud (como Profeta)” (11:50). Dijo “Y al pueblo llamado Zamud le enviamos a su hermano Shalih (como Profeta)” (11:61), “Y al pueblo llamado Madian le enviamos a su hermano Jetró (como Profeta)” (11:84), “Por cierto que Ismael, Enoch y Dhul Kifl, todos ellos eran pacientes.” (21:85), “Muhammad es el Mensajero de Allah” (48:29).
Son mencionados dieciocho de ellos en una sola oportunidad en Sura los Ganados: “Y está en nuestra prueba; se la proporcionamos a Abraham para que argumente contra su pueblo. Así elevamos la condición de quien queremos; ciertamente tu Señor es Sabio, Omnisciente. Y le agraciamos con Isaac y Jacob a quienes guiamos. A Noé le guiamos antes que él. Y de sus descendientes (guiamos) a David, Salomón, Job, José, Moisés y Aarón; y así es como recompensamos a los benefactores. Y a Zacarías, Juan, Jesús y Elías; todos ellos se contaron entre los justos. Y a Ismael, Eliseo, Jonás y Lot, a todos ellos les distinguíamos entre los hombres” (3:83-86).
De entre ellos cuatro son árabes según el hadiz de Abu Dharr: “De entre ellos cuatro son árabes: Hud, Salih, Su´eib, y tu Profeta ¡Oh, Abu Dharr!”(Registrado por Ibn Hibban en su libro Sahih, Al Bidaiah ua al Nihaiah (1/120)).
A los árabes que precedieron a Ismael se les denomina árabes de origen, y a los descendientes de Ismael hijos de Abraham (Al Bidaiah ua al Nihaiah) se los llama árabes arabizados; Hud y Salih pertenecían a los árabes de origen.
Las tribus
Los Profetas son aquellos que están mencionados en el Corán por sus nombres como tales pero hay algunos Profetas que indica el Corán que existieron pero que no sabemos sus nombres, ellos son los pertenecientes a las tribus del pueblo de Israel, ellos son los hijos del Profeta Jacob, que eran doce barones y en el Corán se menciona el nombre de uno solo: José, mientras que los once restantes no son mencionados en el Corán por sus nombres, pero si se nos informa que ellos recibían revelaciones, dice el Altísimo: “Decid: Creemos en Allah y en lo que nos fue revelado, en lo que reveló Abraham, a Ismael, Isaac, Jacob y las doce tribus(descendientes de los hijos de Jacob).”(2:136).
Y dice: “¿O diréis que Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las doce tribus fueron judíos o cristianos?”(2:140).
Árbol genealógico de los Profetas
Inchaallah si Allah ta'alah lo permite iremos poniendo una a una con todo detalle las historias más fascinantes y cautivadoras de aquellos que llevaron LA ILAHA ILLA ALLAH por bandera. Que todos los éxitos sean para Allah y todos los fallos para nosotras.
sábado, 23 de octubre de 2010
Llora cuando oye el Corán, pero tiene el hábito secreto de maltratar a sus padres… ¿es un hipócrita?
En primer lugar, pensamos que el hecho de que estés preguntándote si eres un hipócrita o no, es un signo de una gran bondad en ti, in sha Allah, porque cuando un musulmán teme que pueda caer en la hipocresía, esto indica que su corazón está espiritualmente vivo y que se preocupa por proteger su fe. Ibrahím at-Taimi dijo: “Siempre que examino mis palabras comparadas con mis actos, temo no ser sincero”. Al-Hásan al-Basrí dijo de la hipocresía: “No le teme sino el creyente, y nadie se siente a salvo de ella sino el hipócrita”.
Ibn al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Cuanta más fe y más conocimiento tenga una persona, más temerá que pueda estar entre esta clase de gente (los hipócritas), por eso los líderes y las primeras generaciones de musulmanes tuvieron tanto temor de ser uno de ellos. ‘Umar solía decir a Hudhaifah: “Te ruego por Allah, ¿me mencionó el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) entre esa gente (es decir, los hipócritas)?”, y él le dijo: “No, pero no elogiaría por eso a nadie después de ti (es decir, no elogiaría a la gente diciendo que no fueron mencionados entre los hipócritas)”. Esto no significa que ‘Umar fuera el único que estuviera libre de hipocresía”.
Taríq al-Huyratain (p. 604).
Los más grandes amigos de Dios (awliá') temieron esto en sí mismos.
1 – Ibn Abi Mulaikah dijo: “Conocí a treinta de los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y todos ellos temían poseer actitudes hipócritas y ninguno de ellos nunca me dijo que tuviera una fe equivalente a la de Gabriel o Mika’il.
Al-Háfid Ibn Háyar (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Los más prominentes de entre los compañeros del Profeta (que Allah esté complacido con ellos) a quienes Abi Mulaikah conoció, fueron: ‘Aa'ishah, a su hermana Asmá', a Umm Salamah, a los cuatro ‘Abd Allah, a Abu Hurairah, ‘Uqbah ibn al-Háriz, y al-Miswar ibn Mayramah. Estos están entre aquellos de quienes he oído este reporte. También conoció a otros compañeros más prominentes que estos, tales como ‘Ali ibn Abi Tálib y Sa’d ibn Abi Waqqás, y confirmó que ellos temían a la hipocresía en sus acciones y nada contrario a esto fue narrado de ninguno de los compañeros, así es como si hubiera un consenso general en este aspecto. Esto es porque los actos de los creyentes pueden ser contaminados con elementos que socaven su sinceridad. El hecho de que ellos temieran esto no significa que cayeran en eso, sino que ellos eran extremadamente cautelosos y piadosos, que Dios esté complacido con ellos.
Fáth al-Bári, por Ibn Háyar (1/110-111).
2 – Al-Háfid Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Al-Ya’d Abu ‘Uzmán dijo: “Le dije a Abu Raya’ al-‘Attáridi: “¿Conociste a alguno de los compañeros del Profeta (que Allah esté complacido con ellos) de los que yo conocí, que temiera caer en la hipocresía?”. Él respondió: “Sí”. Alabado sea Dios, conocí algunos de los más prominentes entre ellos, y ellos solían temer mucho a la hipocresía. Y él había conocido a ‘Umar”.
3 – Y él (que Allah tenga misericordia de él) también dijo:
“Entre aquellos de los compañeros que solían buscar refugio en Dios de caer en la hipocresía, estuvieron Hudhaifah, Abul Dardá' y Abu Aiúb al-Ansarí. Entre la generación siguiente a los compañeros hubo muchos que solían hacer esto también. Ibn Sirín dijo: “No hay nada que yo tema más que este verso (interpretación del significado): “Entre los hombres hay hipócritas quienes dicen: Creemos en Allah y en el Último Día, pero en verdad no creen” (al-Báqarah 2:8). Abu Aiúb dijo: “Cada verso en el Corán que menciona la hipocresía, rezo para que no se aplique a mí”. Mu’awiyah ibn Qúrrah dijo: “’Umar solía temer a la hipocresía, por lo tanto, ¿cómo puedo sentirme a salvo de ella?”. Al-Hásan le dedicó mucha atención a este tópico, como también lo hicieron los imames del Islam después de él.
De acuerdo a un reporte narrado por Ibn Háni', el Imam Áhmad fue interrogado: “¿Qué opina acerca de alguien que no teme encontrar rasgos de hipocresía en sí mismo?”. Respondió: “¿Quién puede sentirse a salvo de la hipocresía?”.
Fáth al-Bári, por Ibn Ráyab (1/178-179).
Pon atención a estos dos importantes puntos:
1 – La hipocresía a la que temían estos imames entre los compañeros del Profeta (que Allah esté complacido con ellos) y entre quienes vinieron después fue la hipocresía de los actos, la cual conduce a la hipocresía del corazón y al Infierno (que Dios nos salve de eso). Esta es la clase de hipocresía que fue mencionada en varios reportes que advierten a los musulmanes contra sus características, tales como los siguientes:
Se narró que ‘Abd Allah ibn ‘Amr dijo: “El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Hay cuatro cualidades, y quien las posea todas es un perfecto hipócrita, y quien posea una de ellas tiene rasgos de hipocresía hasta que la abandone: cuando habla, miente; cuando se le confía, traiciona; cuando promete, no cumple; y cuando discute, recurre a calificativos denigrantes”.
Narrado por al-Bujari (34) y Muslim (58).
También fue narrado por at-Tirmidhi (que Allah tenga misericordia de él) quien dijo después de eso (2632):
“Lo que esto significa de acuerdo a los eruditos es la hipocresía en los actos. Esto era la hipocresía del rechazo en el tiempo del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Algo similar fue narrado de al-Hásan al-Basrí cuando dijo: “La hipocresía es de dos tipos: en los actos, y en la fe”.
Fin de la cita.
Al-Háfid Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Esto nos remonta a lo que mencionamos antes: que hay hipocresía mayor y menor. La hipocresía menor es la que se da en los actos, que es lo que estos compañeros temían en sí mismo. Esto conduce a la hipocresía mayor, que es lo que debería temer quien ha sido superado por la hipocresía menor, a tal punto que esto lo despojará de su fe completamente, como Allah dijo (traducción del significado):
“Y cuando se alejaron de la Verdad, Allah desvió sus corazones” (As-Sáff 61:5).
“Y sellamos sus corazones y sus ojos como la primera vez, cuando no creyeron, y les dejamos desorientados en su extravío” (al-An’ám 6:110)”.
Fáth al-Bári por Ibn Ráyab (1/179).
El Imam an-Nawawi comentó este reporte, ver su Shárh Muslim (2/46-48).
2 – Estos musulmanes prominentes fueron de la gente más recta de corazón, fueron quienes más respetaron los límites sagrados y quienes era menos probable que los transgredieran, pero esto era gracias a su gran conciencia de Dios y su temor a Su ira, porque podían considerar un pecado menor, si caían en él, algo tan grave como si fuera un pecado mayor. Algunos temían ser presuntuosos, otros incumplir en sus actos para que sus acciones no contradigan sus palabras, y otros consideraban que distraerse con actividades permisibles en sus hogares con su familia y esposas, aún cuando ellos se concentraban correctamente en las oraciones o al recordar a Dios, era una clase de hipocresía.
Se narró que Hánzalah al-Usaidi dijo: “Abu Bákr se encontró conmigo y dijo: “¿Cómo estás, Oh, Hánzalah?”, y yo respondí: “Hánzalah se ha convertido en un hipócrita”. Él exclamó: “¡Subhana Allah! ¿Qué estás diciendo?”. Respondí: “Cuando estamos con el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) él nos recuerda el Fuego y el Jardín (es decir, el Paraíso y el Infierno) hasta que siento que los estoy viendo con mis propios ojos, pero cuando dejamos al Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), volvemos con nuestras esposas, con los niños y a atender nuestros asuntos, nos olvidamos mucho de eso”. Abu Bákr dijo: “Por Allah, nosotros experimentamos algo similar”. Abu Bákr y yo fuimos a ver al Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dije: “Hánzalah se ha convertido en un hipócrita, Oh, Mensajero de Allah”. Él respondió: “¿Qué quieres decir?”. Respondí: “Oh, Mensajero de Allah, cuando estamos contigo, nos recuerdas el Fuego y el Jardín (es decir, el Paraíso y el Infierno) hasta que es como si lo estuviéramos viendo con nuestros propios ojos, pero cuando te dejamos, volvemos con nuestras esposas, con los niños y a atender nuestros asuntos, nos olvidamos mucho de eso”. El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Por Aquél en Cuyas manos está mi alma, si tú fueras siempre como cuando estás conmigo, y continuaras recordando (el Paraíso y el Infierno), los ángeles se saludarían contigo en las calles y en tu casa. Pero, Oh Hánzalah, hay un tiempo para esto, y hay un tiempo para lo otro” (y lo repitió tres veces).
Narrado por Muslim (2750).
An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Con respecto a las palabras “atendemos a nuestras esposas e hijos, y nuestros asuntos”, al-Harawi y otros han dicho: “Lo que significa esto es que estamos absorbidos y demasiado ocupados con eso. “Asuntos”, se refiere a cómo el hombre se gana la vida. “Hánzalah se ha convertido en un hipócrita” significa que él tenía miedo de volverse un hipócrita, porque sentía temor de Dios cuando estaba sentado con el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y eso se manifestaba en él al mantenerse concentrado en la rememoración de Dios y en meditar acerca del Más Allá, pero cuando se iba se distraía con su esposas e hijos y ganándose la vida en este mundo, pues el significado básico de la hipocresía es mostrar lo opuesto de un mal que uno esconde, por eso él temía estar convirtiéndose en un hipócrita. Pero el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo que esto no era hipocresía, y que no se esperaba que estuvieran inspirados por su presencia todo el tiempo: “Hay un tiempo para esto, y un tiempo para lo otro”.
Shárh Muslim (17/66-67).
Al-Háfid Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
Cuando esto se hizo claro para sus compañeros (que Allah esté complacido con ellos), que la hipocresía significa una incoherencia entre nuestros pensamientos interiores y nuestras expresiones exteriores, algunos de ellos temieron eso si perdían el estado de concentración que habían alcanzado cuando escuchaban las arengas, después de que haber retornado a sus asuntos mundanos y fueran distraídos por sus familias, sus hijos y sus bienes, que esto fuera hipocresía, como fue narrado en el Sahih Muslim de Hánzalah al-Ásadi...” (y citó el hadiz).
Fáth al-Bári, por Ibn Ráyab (1/111).
Con respecto a tu situación, debes temer más que aquellos amigos de Dios (awliyá') de entre los compañeros y las generaciones posteriores, porque estás desobedeciendo a Dios al tener ese hábito secreto y al maltratar a tus padres. Lo que dices que algunas veces le levantas la voz a tu padre no te excusará de la advertencia del castigo. Tienes prohibido aún decirle “Uf!” a tus padres, por lo tanto, ¿cómo les levantarás la voz? Lo que debes hacer es estar alerta para que tus pecados no te conduzcan a un mal destino.
Al-Bujari (que Allah tenga misericordia de él) le dedicó el título de un capítulo al reporte que narró de Ibrahím at-Taimi, Ibn Abi Mulaikah y al-Hásan al-Basrí (que la hemos citado arriba), diciendo: “Capítulo sobre el temor del creyente a que sus actos sean cancelados sin que él se de cuenta”.
Y concluyó este capítulo diciendo:
“Y existe el temor para quien persista en la hipocresía y el pecado sin arrepentirse, porque Allah dijo (traducción del significado): “Y no reinciden a sabiendas, sepan que sólo Allah perdona los pecados” (‘Ali ‘Imrán 3:135).
Fin de la cita.
Al-Háfid Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Lo que las palabras de al-Bujari (que Allah tenga misericordia de él) “Y existe el temor para quien persista en la hipocresía y el pecado sin arrepentirse, porque Allah dijo (traducción del significado): “y no reinciden a sabiendas, sepan que sólo Allah perdona los pecados.” (‘Ali ‘Imrán 3:135)”, significa que si uno persiste en el pecado y en los distintos tipos de hipocresía sin arrepentirse, existe el temor de que sea castigado con la pérdida completa de su fe, de tal modo que se convierta en un completo hipócrita y encuentre un mal destino (nos refugiamos en Dios de esto), tal como se ha dicho que el pecado es el camino a la incredulidad”.
Fáth al-Bári, por Ibn Ráyab (1/181).
En segundo lugar, te animamos a dejarte conmover por el Corán aún cuando llores, y escuches sus exhortaciones, y al mismo tiempo te animamos a arrepentirte de tus pecados, abstenerte de realizar el hábito secreto (la masturbación), y de maltratar a tus padres. Te animamos a apresurarte a disculparte con ellos, honrarlos, y tratarlos con amabilidad tanto en palabras como en actos. Ten cuidado de cometer estos pecados sin arrepentirte, y recuerda que quien verdaderamente teme a Dios no es quien llora y derrama lágrimas, sino quien abandona aquello por lo que teme ser castigado.
Esperamos que las advertencias que hemos citado como evidencia sean suficientes, si Dios quiere, para hacerte apresurar a arrepentirte y volver hacia Dios.
Y Allah sabe más.
martes, 19 de octubre de 2010
domingo, 3 de octubre de 2010
martes, 28 de septiembre de 2010
ISLAM PANAMÁ: Presentación de los beneficios de el Corán !!
lunes, 27 de septiembre de 2010
El Profeta Nuh (part.#1),
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(Dijo: ¡Gente mía! He venido a vosotros para advertiros con claridad, que adoréis a Alá, Le temáis y me obedezcáis. Él os perdonara vuestras faltas y os dejara hasta un plazo fijado, pero cuando el plazo de Alá llegue a su fin, no habrá más demora. ¡Si supierais!) (Corán 71: 2, 3,4)
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Después de Adam Alá bendijo la descendencia de Adam e hizo que hubiera muchos hombres y mujeres con lo que la descendencia de Adam se expandió y multiplicó, Si Adam volviera y viera a sus hijos no lo creería. También si se le dijera que esta es tu descendencia se asombraría mucho, y diría: ¡alabado sea Alá! ¿Todos ellos son mis hijos? ¿Todos ellos son de mi descendencia? De la descendencia de Adam hubo muchas tribus, que construyeron casas, trabajaban, sembraban la tierra y vivían en ella. Mantenían la religión de su padre Adam ¡solo adoraban a Alá sin asociarle nada! Eran una sola nación su padre era Adam y su Señor era Alá. La envidia de Satanás Pero ¿Cómo podría complacerse de eso Satanás? ¿Acaso las personas no permanecían adorando a Alá? ¿Acaso no eran las personas una sola nación? Decía Satanás: ¡eso no puede ser, eso no debe ser así! ¿Acaso la descendencia de Adam entrara en el paraíso y Satanás entrara al infierno? Decía Satanás: ¡eso no puede ser, eso no debe ser así! Satanás no se quiso postrar ante Adam y por eso Alá lo expulso y lo maldijo ¿Acaso no se vengara de la descendencia de Adam para que entren al infierno con él? Decía Satanás: ¡eso debe ser así, es lo que debe pasar! La idea de Satanás Satanás pensó en llamar a las personas a la adoración de los ídolos para que entren al fuego y no entren nunca al paraíso, Satanás sabía que Alá no perdona que se le asocie algo en la adoración, aparte de eso perdona cualquier cosa si así lo quiere. Así que Satanás quiso invitarlos a la idolatría para que así no entraran nunca al paraíso. Pero ¿Como podría lograr eso si las personas se encontraban adorando a Alá? Si él hubiera ido a las personas y les hubiera dicho: "adoren a los ídolos y no adoren a Alá" las personas lo hubieran golpeado y rechazado, y le hubieran dicho: nos refugiamos en Alá ¿acaso asociaremos algo con nuestro Señor? ¿Adoraremos los ídolos? ¡Tú eres un demonio lapidado, eres un demonio maligno! El engaño de Satanás Sin embargo Satanás encontró una puerta por la cual llegar a los líderes de las personas. Habían hombres que temían mucho a Alá, lo adoraban día y noche, lo recordaban incesantemente, amaban a Alá y Alá los amaba y le respondía sus suplicas. Las personas también amaban a esos hombres y los exaltaban. Satanás sabía eso muy bien. ¡Esos buenos hombres murieron y pasaron a la Misericordia de Alá! Satanás se acerco a las personas y les dijo: " ¿Cómo eran con ustedes fulano, fulano y fulano de tal? Dijeron: ¡Alabado se Alá, eran hombres de Alá y eran amigos íntimos de Alá! Si ellos pedían algo Alá se los concedía y si suplicaban Alá los escuchaba. Las imágenes de los piadosos Dijo Satanás: ¿Cómo es su tristeza por la pérdida de esos hombres? Dijeron las personas: ¡es muy fuerte! Dijo Satanás: ¿Y qué tanto los echan de menos? Dijeron las personas: ¡Mucho! Dijo Satanás: ¿Y porque no los miran todos los días? Dijeron las personas: ¿Cómo puede ser eso, si ellos ya han muerto? Dijo Satanás: hagan unas imágenes de ellos y véanlas todas las mañanas (así podrán recordarlos y adorar a Alá como ellos lo hacían)
Las personas se sorprendieron de la de idea de Satanás, hicieron las imágenes de esas personas piadosas, las veían todas las mañanas y cuando lo hacían los recordaban.
De las imágenes a las figuras
Las personas pasaron de hacer imágenes a construir representaciones, construyeron muchas representaciones de las personas piadosas y las colocaron en las casas y mezquitas.
Ellos solo adoraban a Alá y no le asociaban nada, sabían que esas representaciones eran de personas piadosas, sabían que solo eran piedras que no perjudicaban ni beneficiaban en nada, también sabían que ellas no daban sustento alguno.
Pero ellos buscaban obtener bendiciones por parte de las estatuas, y por ellos las glorificaban ya que eran representaciones de personas piadosas.
Esas imágenes se expandieron entre ellos, y se aumento su glorificación, cuando moría una persona piadosa ellos inmediatamente hacían una representación de él y le ponían su nombre.
De la representación de imágenes a los ídolos
Paso el tiempo y los hijos de esas personas veían a sus padres glorificando fuertemente a las imágenes y buscando bendiciones en ella, los veían besándolos, y suplicándoles.
Los hijos de esas personas veían como sus padres agachaban la cabeza delante de los ídolos y se inclinaban ante ellos, los hijos tomaron las costumbres de los padres y poco a poco fueron yendo más y mas lejos hasta que empezaron a postrarse ante los ídolos y empezaron a suplicarle directamente a ellos y hacer sacrificios por ellos.
Y así fue como esos ídolos fueron transformados en divinidades, y las personas empezaron a adorarlas como adoraban a Alá anteriormente, esas divinidades se multiplicaron. Los más famosos eran Wadd, Suaa, Yaguz, Yauq y Nasrun. El enojo de Alá Alá se enojo mucho con esas personas y las maldijo ¿Como no ha de enojarse Alá con ellos y no ha de maldecirlos? ¿Acaso Alá los creo para eso? ¿Acaso para eso es que los sustentaba? ¡Caminan por la tierra de Alá y no creen en el! ¡Comen del sustento que Alá les da y adoran a otros fuera de Él! ¡En verdad que eso es una gran injusticia, si en verdad es una gran injusticia! Alá se enojo con ellos, les disminuyo la lluvia, les dificulto la vida, e hizo que las cosechas disminuyeran así como hizo que disminuyeran los nacimientos. A pesar de esto las personas no razonaron y no se arrepintieron ante Alá. El Mensajero Alá quiso enviarles un hombre de entre ellos para que les hablara y les aconsejara. Verdaderamente Alá no Le habla a uno por uno, Alá no exhorta a cada uno de ellos diciéndole: Haz esto ó haz lo otro. Ciertamente los reyes no hablan con las personas uno por uno. Los reyes no van a cada persona para decirles que hagan esto o hagan lo otro, los reyes son personas como las demás, cualquiera puede verlos y escuchar sus palabras, en cambio nadie puede ver a Alá, escuchar lo que dice o hablar con Él , nadie puede hacer eso excepto quien Alá quiera si Alá quisiera. Por ello Alá quiso enviarles a las personas un mensajero que les hablara y les aconsejara.
¿Hombre o Ángel? Alá quiso que el mensajero fuera un hombre, que fuera uno de ellos, que las personas lo conocieran y entendieran lo que les dijera, ya que si el mensajero hubiera sido un ángel las personas hubieran dicho: ¿Qué tiene el con nosotros? ¡El es un ángel y nosotros somos humanos! Nosotros comemos, bebemos, tenemos familia y descendencia ¿Cómo vamos a adorar a Alá? Pero si el mensajero fuera un hombre les podría decir: Yo como, bebo, tengo familia y descendencia y adoro a Alá ¿Entonces por qué no adoran a Alá? En cambio si el mensajero fuera un ángel las personas dirían: tú no sientes ni hambre ni sed, tampoco te enfermas y no mueres ¡por eso es que adoras a Alá y lo recuerdas siempre! En cambio nosotros somos humanos; sentimos hambre y sed, nos enfermamos y morimos ¿Cómo adoraremos a Alá y lo recordaremos constantemente? En cambio si el mensajero fuera un hombre les diría: "yo soy igual que ustedes siento hambre y sed, me enfermo y muero y a pesar de eso adoro a Alá y lo recuerdo mucho ¿Entonces porque no adoran a Alá y lo recuerdan?" Con esto las personas se quedarían sin palabras y no encontrarían excusas.
Nuh es el Mensajero Alá quiso enviar a Nuh a su pueblo. En ese pueblo había personas ricas y poderosas, pero Alá escogió a Nuh para enviar su mensaje no escogiendo a ninguno de los demás. Alá es Conocedor de quien debía tomar la responsabilidad del Mensaje y su transmisión. Nuh era una persona piadosa, justa, noble, era una persona sabia que razonaba. Era una persona que aconsejaba sinceramente, era veraz y confiable. Alá lo escogió para llevar Su mensaje y le revelo: (Enviamos a Nuh a su gente: ¡Advierte a tu gente antes de que les llegue un doloroso castigo!) (71:1) Nuh se paro ante su gente y les dijo: (Yo soy para vosotros un mensajero fiel) (26: 107) |
La purificación de el Corazón...

Shaij Abdu Razak Al Badr
Las alabanzas son para Alá, alabanzas numerosas, puras y benditas. Elogio a Alá con todo lo bueno, no puedo restringir su alabanza, Él es tal como se describió y elogió a Sí mismo. Y atestiguo que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Alá, Único sin asociados, y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones de Alá sean con él, con su familia y todos sus compañeros. Siervos de Alá, temed a Alá como debe ser temido y tenedlo presente como aquel que sabe que su Señor lo está observando y escuchando; y sabed, que Alá os tenga Misericordia, que de los asuntos más importantes por los cuales el musulmán debe preocuparse y tratar de purificar, es su corazón. Ya que el corazón, siervos de Alá, es la base de todas las obras y el principio de los movimientos del cuerpo; así pues, si el corazón es sano, lo será también su cuerpo, y si se corrompe, se corromperá también su cuerpo. Y nuestro Profeta, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, solía preocuparse de sobremanera por purificar el corazón, y le importaba mucho este asunto; tal como aconsejaba en muchos de sus hadices, los cuales comprenden grandiosas súplicas. El Profeta, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, solía decir en sus súplicas: “Oh Alá, pon luz en mi corazón.” “Oh Alá, me refugio en Ti de un corazón que no te teme.” “Oh Alá, dales temor a nuestras almas, y purifícalas porque Tú eres el mejor que las puede purificar, Tú eres su Aliado y su Señor.” “Oh Alá, limpia mi corazón de los pecados tal como se limpia una prenda blanca de la suciedad.” “Oh Aquel que tiene el poder de cambiar los corazones, afirma el mío sobre tu religión.” Y los hadices sobre este asunto son muchos. Siervos de Alá, es obligación de todo musulmán preocuparse por purificar y limpiar su corazón, al mismo tiempo que su exterior; porque no es lógico, siervos de Alá, que encaminemos nuestro exterior teniendo impuro el corazón. Y siempre que el musulmán purifique su corazón con las buenas obras, la sincera devoción (ijlas), la veracidad y amor por Alá y Su Mensajero, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, se encaminará su interior y se purificará su exterior. Tal como se menciona en Sahih al Bujari y Muslim, en un hadiz de An Nu’man ibn Bashir, que Alá esté complacido con él, que dijo: Escuché al Mensajero de Alá, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, decir: “Por cierto que en el cuerpo existe un trozo de carne, que si se encuentra sano, todo su cuerpo lo estará, y si se corrompe (enferma), todo el cuerpo se corromperá, este es el corazón.” Este hadiz, siervos de Alá, es inmenso, contiene la prueba más clara de que la purificación del comportamiento externo del siervo, depende de la purificación de su corazón e interior. Por tanto, si su corazón está sano, y solamente tiene el amor a Alá, a lo que Él ama, su temor y el temor a caer en lo que Él prohibió, se purificará todo su comportamiento externo. A diferencia de si su corazón está corrompido, y se ha apoderado de él el amor a lo vano, el seguir las pasiones y preferir los deseos del ego, si es así se corromperán todas sus partes siguiendo a su corazón. Siervos de Alá, el corazón en todas sus situaciones piensa en alguno de los siguientes asuntos: en la obligación que tiene con respecto a la otra vida y lo que le beneficiará, o en lo que le beneficiará en su vida mundanal y diaria, o en cambio en susurros vanos, falsas esperanzas, etc.; por eso, quien quiera purificar su corazón deberá ocupar su mente en lo que le beneficiará y le traerá el éxito verdadero. Así pues, en temas de conocimiento lo ocupará en el aprendizaje de la unicidad de Alá y Sus derechos, en la muerte y lo que vendrá después, ya sea entrar al paraíso o al infierno, en las malas acciones y la forma de prevenirlas. En temas de voluntad y determinación, ocupará su corazón deseando aquello que beneficiará a su voluntad y abandonando aquello que la perjudicará. Y de esta forma logrará que su pensamiento sea recto, y su corazón sano, tranquilo y repleto de bien. Siervos de Alá, ciertamente uno de los mejores apoyos que puede tener el siervo para esto, es estableciendo numerosas pruebas y ejemplos beneficiosos para que así se fortalezca la unión del corazón con Alá, aumente su certeza, se complete su fe y se agrande la unión con su Señor, Glorificado y Elevado Sea. Y los ejemplos en este tema son numerosos, y el más importante es que el corazón del musulmán tenga presente el ejemplo de la vida mundanal, su insignificancia, su poca fidelidad y su gran rudeza, la bajeza de sus seguidores y lo rápido que se acaba. Si el corazón tiene presente estas cosas, la abandonará y buscará a la otra vida, y en ese momento, siervos de Alá, su corazón tendrá presente la otra vida y su perdurabilidad, y comprenderá que esa es la verdadera vida. Puesto que sus seguidores nunca la abandonarán ni saldrán de ella, sino que es la morada eterna y la meta del viaje. Después tendrá presente el ejemplo del Infierno y su arder, su gran profundidad, su inmenso calor y el gran castigo que padecerá su gente; imaginará todo esto en su corazón y pensamiento, cuando estén siendo llevados con sus rostros ennegrecidos y cadenas en sus cuellos, cuando lleguen al Infierno, éste abrirá sus puertas delante de ellos, y verán con sus ojos este horrible panorama estando sus corazones llenos de pesar y dolor. Si el corazón del siervo tiene presente estas cosas, se apartará de los pecados y de las pasiones, y se vestirá con la prenda del temor y la precaución; y dependiendo de la intensidad de estos ejemplos en su corazón, mayor será su alejamiento de los pecados y prohibiciones. Posteriormente tendrá presente el ejemplo del paraíso y todo lo que Alá les preparó a su gente, lo cual ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado ni ningún corazón se haya podido imaginar; además de lo que Alá describió a Sus siervos por boca de Su Mensajero, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, de una forma detallada de la gran felicidad en la que estarán sus habitantes, con los mejores tipos de deleites, ya sea comida, bebida, vestimenta, alegría, regocijo, etc. Así que tendrá presente en su corazón una morada de felicidad eterna que Alá describió en detalle: su tierra es almizcle, sus guijarros son perlas, sus construcciones son un ladrillo de oro y otro de plata, y su bebida es más dulce que la miel, más agradable que el almizcle, más fresca que el alcanfor y más deliciosa que el jengibre. Sus frutos serán eternos, nunca se agotarán y siempre estarán al alcance de sus manos, y reposarán en lechos elevados. Su comida será carne de ave de la que deseen, beberán vino que no les provocará dolor de cabeza ni embriaguez, y tendrán los frutos que ellos quieran, y estarán recostados sobre sofás; y en esos jardines se regocijarán, donde habrá lo que deseen las almas y alegre a los ojos, y ahí estarán eternamente. Siervos de Alá, si le añadimos a estos testimonios el ejemplo del día en el que se contemplará el rostro del Señor, Ennoblecido y Elevado Sea, y escuchar Sus palabras sin ningún intermediario, aquí es donde sentiremos que nuestro corazón viaja a su Señor más rápido que los vientos, y durante su camino no se detiene a mirar a derecha o izquierda. Siervos de Alá, si el siervo tiene en cuenta todos estos ejemplos en su vida, y piensa en ello, será una gran ayuda para purificar su corazón y liberarlo de todas las malas descripciones y bajos deseos, u ocuparlo en depender de alguien que no sea Alá, Glorificado Sea. Y será lo que más le inste a la adoración, amor, temor, arrepentimiento, necesidad de Alá y el tratar de agradarle, Glorificado y Elevado Sea. Y nosotros le pedimos a Alá, Ennoblecido y Elevado Sea, con sus bellos Nombres y sublimes Atributos, que otorgue temor a nuestros corazones; ¡Oh Alá! Dales temor a nuestras almas, y purifícalas porque Tú eres el mejor que las puede purificar, Tú eres su Aliado y su Señor, ¡Oh Alá! Limpia nuestros corazones de los pecados y errores tal como se limpia una prenda blanca de la suciedad, ¡Oh Alá! Nos refugiamos en Ti de un corazón que no Te teme, ¡Oh Alá! Pon luz en nuestros corazones y condúcelos a Tu adoración, oh Viviente, Aquel que se basta a Sí mismo y se ocupa de toda la creación, el Dueño de la Nobleza y el Honor. Os aconsejo a ustedes y a mí, siervos de Alá, el temor a Alá, Glorificado y Elevado Sea, tenedlo presente tanto en privado como en público, y que cada uno de nosotros se preocupe por purificar su corazón y su alma hasta encontrarse con Alá, Glorificado y Elevado Sea, el día del Juicio con un corazón sano, lleno de bien, amor, obediencia, arrepentimiento y vuelta continua a Alá, Glorificado y Elevado Sea. Sobretodo, siervos de Alá, al vivir en un tiempo en el que hay muchas tentaciones y desgracias, además de las numerosas cosas que te alejan de la obediencia a Alá, Glorificado y Elevado Sea. Se reporta en el Sahih Muslim en un hadiz de Hudhaifa ibn Al Iaman, que el Mensajero de Alá, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, dijo: “Las tentaciones se irán presentando en los corazones de los hombres como una estera que es trenzada junquillo a junquillo, y en cada corazón que se impregne de ellas habrá un punto negro, y en cada corazón que los rechace habrá un punto blanco, hasta que haya dos tipos de corazones: uno blanco, como una piedra blanca, que no será dañado por ningún conflicto mientras existan los cielos y la tierra, y el otro negro ceniciento (asuadu murbaddan), como una vasija cubierta de polvo y dada vuelta (alkûzi muÿajjian), que no reconocerá lo bueno ni rechazará lo malo sino que estará impregnado de pasiones.” Podemos ver en este hadiz que el Profeta, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, clasificó los corazones en dos tipos: un corazón que cuando se le presentan las tentaciones las absorbe como la esponja al agua, por lo que se le marca un punto negro, y así seguirá absorbiendo todas las tentaciones que se le presenten hasta que ennegrezca por completo y quede colgado, buscamos refugio en Alá de esto; y esto es el significado de las palabras del Profeta, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, “como una vasija cubierta de polvo y dada vuelta (alkûzi muÿajjian)”, es decir, boca abajo y colgado. Cuando ennegrece y queda colgado, esto le genera dos grandes males y graves enfermedades, la primera es confundir el bien con el mal, no sabrá reconocer lo bueno ni rechazar lo malo. Y puede incluso que esta enfermedad acabe apoderándose de él hasta el punto de creer firmemente que lo bueno es algo malo y viceversa, o considerar la sunnah como una innovación, o la innovación como sunnah, y la verdad como falso, y lo falso como verdadero. La segunda enfermedad es que preferirá a sus pasiones en lugar de lo que trajo el Mensajero de Alá, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, estará siempre siguiendo sus pasiones en lugar del camino del Mensajero, la paz y las bendiciones de Alá sean con él, y el camino recto que enseñó, este es el primer tipo de corazón. El segundo tipo es un corazón blanco, le pido a Alá, Ennoblecido y Elevado Sea, que todos nosotros lo tengamos así; es un corazón en el que se estableció la luz de la fe y en donde florecieron sus luces. Por eso cuando se le presenta la tentación, la ignora y rechaza, y de esta forma incrementa más su luz y su establecimiento, y se fortalece más su fe y confianza en Alá, y estará con el permiso de Alá, en un estado de seguridad, protección, paz y salud. Siervos de Alá, la obligación de todo musulmán es preocuparse de purificar su corazón, sobretodo cuando se extienden las tentaciones, aumentan las innovaciones e incrementa la ignorancia de la religión de Alá Altísimo, y Alá, Ennoblecido y Elevado Sea, dice: “…y aferraos a Alá, pues Él es vuestro Protector. ¡Qué excelente Protector, y qué excelente Defensor!” 22:78 Y es deber de todo musulmán, siervos de Alá, conducir a su alma a todos los asuntos que pueden traerle felicidad, paz, y piedad en esta vida y en la otra. Puesto que el inteligente es aquel que sometió a su alma y actuó para lo que vendrá después de la muerte, y el incapaz es aquel que siguió a sus pasiones se llenó de falsas esperanzas con Alá.
viernes, 24 de septiembre de 2010
viernes, 17 de septiembre de 2010
LA HERMANDAD !!
En el nombre de Alá, el Misericordioso el Compasivo
Alabado sea Alá, lo elogiamos y en Él nos refugiamos, a Él le pedimos que nos perdone y guíe, nos refugiamos en Él del mal de nuestros seres y de nuestras obras, a quien Alá guíe; nadie lo podrá extraviar, y a quien Alá extravíe nadie lo podrá guiar. Doy testimonio que nada ni nadie tiene el derecho de ser adorado excepto Alá, Único, sin asociados, y doy testimonio que Muhammad es Su siervo y Mensajero, enviado antes de la Hora, albriciador y amonestador, invitador hacia Alá con su permiso, como una luz esplendorosa y radiante, que la paz y la misericordia de Alá sean con él, con su familia y seguidores hasta el Día Final.
¡Oh, creyentes! Temed a Alá como es debido y no muráis sino como musulmanes.
¡Oh, hombres! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo ser, del que creó a su esposa e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Temed a Alá, en Cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco. Por cierto que Alá os observa.
¡Oh, creyentes! Temed a Alá, y hablad sólo con fundamento. Él hará prosperar vuestras obras, y os perdonará vuestros pecados. Sabed que quien obedece a Alá y a Su Mensajero obtendrá un triunfo grandioso.
¡Hermanos en la Fe! Hay una característica y atributo que embellece a los devotos y siervos de Alá, a los justos, rectos y guiados, característica propia de los piadosos, en realidad se trata del amor y la hermandad por Alá y la religión, la hermandad basada en la fe, fundamentada en los versos y ordenes del Corán, consolidada por el Mensajero de Alá -que la paz y las bendiciones de Alá sean con él- , dirigiéndose hacia ella la gente que en verdad reflexiona, conduciéndose paso a paso hacia al Paraíso y la complacencia de Alá, es el amor por Alá, amor por el que el Profeta -que la paz y las bendiciones de Alá sean con él- le juró a uno de sus compañeros, en un hadiz auténtico se narra que el Profeta -que la paz y las bendiciones de Alá sean con él- tomó a Muad de la mano y le dijo: “Muad, por Alá que te quiero, por lo tanto nunca olvides recitar después de cada oración, 'Oh Alá! Ayúdame a recordarte, a darte las gracias y a rendirte culto en forma sincera´,
اللَّهُمَّ أَعِنِّي عَلَى ذِكْرِكَ وَشُكْرِكَ وَحُسْنِ عِبَادَتِك
Narrado por Ahmed con una auténtica cadena de transmición.
Bendición para quien quiere, para quien es querido. La hermandad por la fe y el amor basado en la gran legislación de la Shariah, es la hermandad con la que los corazones se tranquilizan, con la que Alá guía a su gente, purifica sus almas y limpia sus corazones.
Esta hermandad es la que inculcó el Profeta -que la paz y las bendiciones de Alá sean con él- en los corazones de sus grandes compañeros, de los emigrantes y los que los recibieron, grabando con ello grandes ejemplos de altruísmo y bondad, sus corazones se encontraban lejanos y con la gracia de Alá se volvieron cercanos, eran enemigos y se convirtieron en amigos:
Él es Quien unió vuestros corazones, y tú no habrías podido hacerlo aunque hubieras gastado todo lo que hay en la Tierra, pero Allah los unió [y reconcilió a los grupos divididos]. Ciertamente Él es Poderoso, Sabio. Corán 8:63.
Alá dirigió esos corazones hacia el amor, cambiándolos hacia los sentimientos puros y a la amistad sincera, después de haber sentido rencor y odio, hacia el cariño, la amistad y la pureza, Alabado sea Alá, por el día en que unió esos corazones, por el Día en el que el Elegido hermanó a los Muhayirin y a los Ansar (a los emigrantes de Meca, con la gente de Medina).
Esa hermandad es la que cargó el Mensaje de esta Comunidad generación tras generación, amistad, amigabilidad y hermandad, el dolerse por el sufirmiento que le acontece a nuestros hermanos, sentir sus sentimientos, preocuparse por sus problemas.
Esta es la hermandad que el Profeta describió como un solo cuerpo, que si alguna parte de él siente dolor, le afecta a todo el cuerpo ya sea con fiebre o con aflicción, cuantos ojos de los musulmanes se afligen por el dolor de sus hermanos, cuantos corazones a veces no duermen por las aflicciones de los creyentes?.
Es la hermandad que siente el creyente por su hermano en obediencia hacia su Señor, porque por Alá que si tú abres tu corazón hacia el amor por Alá, Alá te amará, dado que un hadiz auténtico dijo el Profeta -que la paz sea con él:
(يقول الله تعالى: وَجَبت -ثَبَتَت واستقرت- محبتي للمتحابين فيَّ, وللمتجالسين فيّ, وللمتزاورين فيّ)
“Dice Alá el Altisímo: Mi amor es dispensado a quienes se quieren por mi causa, se visitan y cooperan entre sí.'”
Se otorgará cuando abras tu corazón hacia tu hermano por Alá, que mejor día y más honorable aquel donde el sol se oculte y Alá haya decretado su amor para ti, el día donde hayas salido para visitar a tu hermano y todos tus pasos se registren frente Alá, cuando invites a tu hermano a tu casa y recuerden a Alá, entonces Alá se complacerá de ustedes.
أقول قولي هذا....
El amor sincero y verdadero es cuando se hace solamente por buscando la faz de Alá, y este cariño tiene grandes beneficios que no se logran sino con condiciones establecidas e inculcadas por el Mensajero de Alá -que la paz y la misericordia de Alá sean con él-.
Primero:
Que tu acto sea sincero para Alá, que abras tu corazón sintiendo que Alá te ve y escucha, que no seas amable con alguien solamente por su dinero o por su procedencia, por su apariencia o por su familia, sino solamente porque buscas agradar a Alá, que quieras a los musulmanes aún estén lejos de ti, no importando sus colores o posiciones, su fama o grandeza, ya que no hay favor en nadie sino por su piedad. Ese es el amor sincero para Alá, esta es una obra que viene del corazón y debe de existir en cada uno de nosotros hacia nuestros hermanos.
Si has sido sincero en tu afecto que solo haya sido por Alá -glorificado y exaltado sea- debes saber que el amor por Alá tiene características y entre la mejor de ellas es que sientas el afecto por alguien debido a sus buenas acciones, no por otra cosa, que quieras a tu hermano por su reoratorio de Alá, por su temor a él, por que reza, que si lo ves realizando la inclinación en la oración te de gusto que está obedeciendo a tu Señor, al verlo ayunar, o dando caridad, al leer Corán. Debido a esto a la gente que más debemos respetar y amar es a la gente piadosa y entre ellos a los eruditos de nuestra religión, a los propagadores de ella, porque ellos tratan de obedecer a Alá y se dedican a él, el amor a los Ulema y a los piadosos es una característica de los verdaderos creyentes, cuando un hombre tiene un corazón sincero quiere a quien le enseña lo que dice Alá y Su Profeta, a quienes propagaron esta religión como los Sahabas.
En ellos vemos un gran ejemplo y sincero en su respeto al Profeta, cuando los Quraish en la batalla de Hudaibiah mandaron a un hombre para darles noticias del Profeta -la paz sea con él- y negociar con él pacto de Hudeibiah, este hombre regresó sorprendido por lo que había encontrado, cuando regreó le preguntaron ¿Qué es lo que viste? ¿Qué escuchaste? Y respondió:
"Estuve con Cosroes, el César y el Negus en sus respectivos reinos, pero jamás presencié a un rey entre su gente como Muhammad entre los suyos. Si realiza la ablución, no permiten que el agua llegue hasta el piso; si les habla, ellos bajan sus voces. No creo que lo abandonen por nada del mundo. Ahora quiere proponeros un acuerdo razonable, así que haced lo que os parezca".
Qué Alá este complacido de ellos, y los recompense con lo más elevado del Paraíso, eran los compañeros que quisieron al Profeta y fueron sus seguidores, los que les precedieron sabían de este sentimiento sincero y querían también a los compañeros del profeta Muhammad, no había uno de los seguidores de los Sahabas que no viera a uno de los eruditos entre ellos sin honrarlo por el gran amor hacia él por Alá.
El Imam Malik relata un informe con una auténtica cadena de transmición de Abu Idris Al Jaulani quien dijo:
“Entré a la mezquita de Damasco donde vi a un joven de brillante sonrisa, y vi a la gente que estaba reunida alrededor de él. Cuando disentían en alguna cuestión , se lo preguntaban y aceptaban su opinión. Yo pregunté quién era él y me dijeron: “Este es Muad Ibn Yabal.” Al día siguiente fui temprano a la mezquita, pero me encontré que él había llegado más temprano que yo. Él estaba orando, entonces lo esperé hasta que finalizó, luego me aproximé de frente y lo saludé diciendo: ¡Por Alá yo te quiero! Él me preguntó: ¿Por la causa de Alá? Yo respondí; Por la causa de Alá, entonces me sujetó llevándme hacia él y me dijo: 'Tengo buenas nuevas para ti. Escuché decir al Profeta -que la paz y la misericordia de Alá sean con él-: Alá dice: Mi amor es dispensado a quienes se quieren por mi causa, se visitan y cooperan entre sí.'
Este es el respeto que le mostraban a los Sahabas la generación que les precedía, les otorgaban su lugar y los querían, que Alá los recompense por todo lo que se esforzaron por esta religión.
Segundo –
Lo segundo que te dirigirá al amor por Alá, es un fruto de que te encamina hacia la obediencia y hacia la bondad, una característica que si se encuentra en el creyente hará que sea firme en la religión de Alá -glorificado Sea-, ¿saben cuál es esta característica la cuál el Profeta -la paz sea con él- la hizo un fundamento en la religión? Es la nasiha (el consejo) si quieres encontrar a un hermano veraz, vuelve hacia ese hermano que te aconseja, aquel que te habla de buena manera y se porta bien contigo, tratandote de sacar de la desobediencia y del pecado, cada vez ue te ve haciendo mal te recuerda a Alá y a Su Profeta, quien práctica lo dicho por el Profeta-la paz sea con él-:
(الدين النصيحة, الدين النصيحة, الدين النصيحة, قلنا: لمن يا رسول الله؟ قال: لله ولكتابه ولرسوله ولأئمة المسلمين وعامتهم)
La religión es el consejo, la religión es el consejo, la religión es el consejo.
Si ves a un hermano que te quiere sacar del fuego ese es el hermano veraz, aquél que busca la gananciando tratando con Alá.
وَالْعَصْرِ*إِنَّ الإِنْسَانَ لَفِي خُسْرٍ*إِلَّا الَّذِينَ آمَنُوا وَعَمِلُوا الصَّالِحَاتِ وَتَوَاصَوْا بِالْحَقِّ وَتَوَاصَوْا بِالصَّبْرِ
Creyeron, obraron y después aconsejaban, en la mayoría de las veces si escuchas a un hermano aconsejarte, has de saber que quiere el bien para ti, esta es una característica del amor por Alá.
Si quieres aconsejar a tu hermano tienes que tener en cuenta lo siguiente:
1.- Si lo aconsejas tienes que hacerlo solamente por Alá, saber que Alá te escucha y ve, que no haya en tu corazón sino Alá, saber que compras la misericordia de Alá por estas palabras, por Alá que no hay un solo consejo que salga del corazón sin que este afecte a quien se aconseja quiera o no, cuantos consejos sinceros no han beneficiado en el momento que se dicen pero se quedan grabados en el corazón, puede ser que aconsejes a tu hermano ahora y no te responda, puede ser que se burle o que te contradiga, pero al pasar los días y las horas Alá permite un momento donde ese consejo entre a su corazón, y por ello salga de su falta y habrás sido un motivo para que se salve del fuego y esto se contará en tu balanza de las acciones.
Pero también se debe de tener cuidado en no molestar con el consejo, De Ibn Mas´ud, que Allah esté complacido con él, que dijo:
El Profeta -la paz sea con él- solía tener consideración con nosotros al predicar (y exhortar) en el tiempo apropiado, pues temía aburrirnos con demasiados sermones y enseñanzas. Narrado por Bujari
Para aconsejar tienes que hacerlo en el momento adecuado, con las palabras adecuadas, para que así Alá te cuente entre los vencedores.
Tercero y último
Este es el grado más alto en el afecto por Alá, el grado de la plenitud, porque completas la religión con algo mundano, el ayudar a tu hermano cuando tiene un problema, que seas su mejor ayuda después de Alá exaltado sea, un hermano necesita de su hermano, a veces necesita dinero o quien lo saque de un apuro, cuántos han dado de su tiempo para ayudar a los demás, Alá eleva en grados a quien ayuda a los pobres de entre los musulmanes, a quien ayuda a las madres solteras de entre ellos, a los necesitados de entre sus hermanos creyentes, uno de los actos que más a la persona hacia su Señor es sacar de un apuro a su hermano musulmán, ganaté la recompensa si escuchas que tu hermano necesita dinero, apoyarlo con tu dinero si es que puedes, que tu dinero no sea para enaltecerte frente a tus hermanos, da de tu dinero buscando la faz de Alá, por Alá que si gastas por tu hermano habrá dos ángeles detrás de ti diciendo: (Oh Alá concédele a él algo mejor), (اللهم أعط منفقاً خلفاً) Narrado por Bujari y Muslim. Cuántos han ayudado a sus hermanos por Alá y han sido recompensados por este dinero, recompensados con hijos piadosos, recompensados con la reverencia a Alá en esta vida alcanzado bendiciones en la próxima.
La ganancia en este asunto está asegurada, cuántos hermanos hay que dicen quiero a los musulmanes, pero sabe que necesitan dinero y no hacen nada por ayudarlos, como puedes estar disfrutando ser feliz siendo adinerado y tu hermano esta preocupado, afligido y desolado.
Se cuenta que uno de los piadosos era adinerado y un día llegó a él un hombre no buscando ningún beneficio mundanal, -alguien que era una llave para el bien- no bino para beneficiarse de él, sino por sus hermanos musulmanes, y le dijo; pasa estoy el otro con una familia donde hay una mujer con sus hijos desolados, no tienen comida ni vestido ue los proteja del frío, entonces este llamó a quien se ocupaba de administrar sus bienes, y cuando fue por él, se esperó para cambiarse de ropa, a auna ropa que era ligera aún así con el frío que hacía, y le contó: se me ha dicho que hay unas personas en tal situación, y que con este frío no tienen que comer ni con que vestirse, “Ve con ellos y dales de comer y de vestir, y llenales sus manos de dinero, y yo me encontraré vestido así para sufir lo que ellos sufren hasta que regresen hacia mí.
Esos eran los corazones que sentían el dolor de sus hermanos musulmanes, no hay beneficio en tu dinero si no apoyas con él a los musulmanes, si no ayudas a tus hermanos que estén en apuros, que beneficio hay de los millones que se atesora, cuando tus manos están en ceros frente a la misericordia de Alá, -me refugio en Alá- de que te sirve si comercias con los demás pero no tratas con tu Señor, no tratas con Alá.
Si no tienes dinero por lo menos dale palabras de aliento, puede ser que tus palabras le ayuden y lo distraigan de su aflicción y pueda tener esperanza, es por ello que Alá prescribió visitar al enfermo, ir a los funerales, y dar el pésame a los familiares. Todo ello para que Alá fortaleciera el corazón de los creyentes, con las palabras a sus hermanos creyentes, y es por eso que uno debe dirigirse a sus hermanos con la hermandad, preferir a su hermano sobre sí mismo.
Dice Alá en el Corán
En verdad, los creyentes son hemanos.
نسأل الله العظيم رب العرش الكريم أن يَرْزُقَنا الحب فيه, والولاء فيه, اللهم إنا نسألك بأسمائك الحسنى وصفاتِك العلى أن تَجْعَلَنضا ممن وجبتْ محبتهم لك يا ذا الجلال والإكرام, اللهم إنا نسألك أن نحب بحبك من أحَبَك, وأن نعادي بعداوتك من عاداك, وأن تجعلنا سِلْماً لمن سالمت، وحَرْباً لمن حاربت, عوناً لأوليائك, حَرْباً على أعدائك, يا ذا الجلال والإكرام, سبحان ربِك ربِ العزة عما يصفون، وسلام على المرسلين, والحمد لله رب العالمين