El islam no es una religión nueva; en su esencia es la misma que Dios le reveló a todos sus profetas. Nuestra escritura sagrada, el Corán, nos dice.
"Creemos en Dios y en todo lo que se nos ha revelado: y en todo lo que se les reveló a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, a las tribus, a Moisés, Jesús, y a todos los profetas de parte de Dios"
(Corán 2:136)

domingo, 23 de enero de 2011

Jutbah 21/1/2011 Sentir seguridad contra el designio de Allah contradice el monoteísmo

Allah nos indica a través de una Aleya que los habitantes de un pueblo desmintieron a los profetas, impulsados por la sensación de sentirse seguros contra los designios de Allah y la inexistencia del temor reverencial a Allah.

Tal como fuera mencionado en la siguiente Aleya:

Y si los habitantes de las ciudades [a las que les enviamos Nuestros Mensajeros] hubieran creído y no hubiesen persistido en su incredulidad, habríamos abierto para ellos las bendiciones del cielo [las lluvias] y de la tierra [los cultivos y frutos]; pero desmintieron [Nuestros signos] y les castigamos por lo que habían cometido. ¿Es que los habitantes de las ciudades se sentían seguros de que Nuestra ira no les alcanzaría de noche, mientras dormían? ¿O acaso se sentían seguros los habitantes de las ciudades de que no les llegaría Nuestro castigo por la mañana, cuando estaban distraídos? ¿Es que se sentían a salvo del designio de Allah? Pero sólo se sienten a salvo del designio de Allah los perdedores que no creen”. (7:96-99)

Es decir que a causa de la opulencia y la exuberancia en la que vivían, consideraron improbable que Allah les castigase.

Cuando se dice “al-amn min makr Allah” “sentirse seguro del designio de Allah” significa una persona que se abandona a sus pasiones, que hace todo aquello que le viene en ganas, sin una ética, sin una crítica de sí mismo. Pensando de la siguiente manera: “Voy a hacer lo que quiera, sin reprimirme, sin considerar los derechos de Allah, los derechos del prójimo, y voy a confiar en que haga lo que haga, Allah va a perdonarme y disculpar mis faltas, nada malo ha de pasarme ni en este mundo ni en el otro”.

Sentirse seguro contra el designio de Allah, y perder la esperanza en la ayuda y el socorro de Allah representan pecados muy graves que anulan la perfección del monoteísmo (taûhîd). Este concepto indica también que el siervo debe dirigirse a Allah entre la esperanza y el temor.

Dijo Al Hasan Al Basrî: “A quien Allah atesta de opulencia, y no percibe que ello es una prueba, es una persona sin discernimiento”.

Dijo Qatâdah: “Aquel pueblo que desobedece las ordenes de Allah, primero se ve agraciado con bondades, y luego al desobedecer y quedar desprevenido, llega el castigo de Allah ¡No os dejéis engañar!”.

Dijo el Profeta: “Si veis que el siervo continúa recibiendo gracias y bondades a pesar de sus continuas desobediencias, no lo dudéis, está siendo llevado gradualmente a la ruina”[1].

Dijo Ismâîl Ibn Râfi’: “Una de las manifestaciones del sentirse seguro contra el designio de Allah es perpetuarse en el pecado, esperando de Allah la misericordia”[2].

Y dice Allah:

Sólo desesperan de la misericordia de su Señor los extraviados”. (15:56)

“Desesperar (qunût)” es la pérdida total de la esperanza, y por lo tanto es el antónimo de creerse a salvo de los designios de Allah. Ambos estados representan pecados muy graves.

Menciono esta aleya luego de mencionar la anterior, con el fin de mostrar que quien teme a Allah no debe perder la esperanza en Su misericordia, sino que debe permanecer en perfecto equilibrio entre el temor y la esperanza. Temiendo caer en los pecados, y obrando devotamente esperando la misericordia de Allah como recompensa.

Tal como dijo Allah en su libro

Por cierto que aquellos que creyeron, emigraron y se esforzaron por la causa de Allah son quienes anhelan la misericordia de Allah, y Allah es Absolvedor, Misericordioso”. (2:218)

Esto demuestra que la esperanza acompañada de pecados sumada al abandono de los actos de adoración es un engaño de Shaîtân, para arrojar al siervo a un lugar tenebroso, lejano de toda posibilidad de salvación y misericordia. En contraposición, se encuentra la gente de la Fe (Imân), quienes tomaron el camino que conduce a la salvación, por temor a Allah y terror a caer en su castigo, esperando ser alcanzados por Su misericordia y perdón, anhelando Su recompensa.

Esta Aleya se encuentra enmarcada dentro de la historia del Profeta Abraham, cuando los Ángeles le albriciaron con el nacimiento de su hijo Ishâq Dijo: ¿Cómo es que me albriciáis [un hijo] siendo que me ha llegado la vejez? (15:54) porque normalmente el hombre al alcanzar la vejez junto a su esposa, pierde toda esperanza de engendrar un nuevo hijo, pero Allah poderoso sobre todas las cosas. Dijeron los ángeles: Te albriciamos la verdad” la cual no deja dudas, porque cuando Allah desea algo, simplemente dice: “Sea” y es. Dijo Allah “No seas de quienes han perdido las esperanzas”, entonces respondió Abraham Sólo desesperan de la misericordia de su Señor los extraviados” porque conoce que el Poder y Fuerza de Allah son más sublimes que eso, por lo que suponemos - y Allah sabe más- que se expresó de tal manera debido a la sorpresa que esto le causó y no porque le generara dudas con respecto al alcance del poder de Allah.

Ibn ‘Abbâs relató que fue preguntado al Mensajero de Allah fue preguntado sobre los pecados capitales y respondió: “La idolatría (Shirk), perder la esperanza en Allah y sentirse seguro contra el designio de Allah”[3].

La idolatría o politeísmo (Shirk) es el pecado más grave. Dijo Ibn Al Qaîîm: “La idolatría es cometer una injusticia contra el Dominio de Allah (I) (Rubûbîah), una blasfemia contra el derecho de Allah (I) a ser el Único adorado (Ulûhîah), y desmerecer al Señor del universo”.

Fue verídico Allah cuando dijo No le atribuyan a Allah copartícipes, porque hacerlo es una injusticia enorme” (31:13) y por eso lo único que lo perdona es el arrepentimiento sincero.

“Perder la esperanza en Allah” es un pecado porque significa desesperar de todo anhelo de misericordia y perdón, lo que es desmerecer e ignorar la realidad de Allah, que todo lo puede.

Este Hadîz no alude a que los pecados capitales son sólo tres, porque estos son muy numerosos, y éstos tres son de los más graves que pueden encontrarse mencionados en el Corán y la Sunnah.

Tal como dijeran los sabios los pecados capitales son todos aquellos en los que Allah advierte con el Fuego del Infierno, Su maldición, Su ira o el tormento. Agregó Ibn Taîmîah: “y cuando se niega la Fe”. Y también indica que un pecado es capital el que el Profeta dice: “Soy inocente de quien hace tal o cual cosa” o “No es de los nuestros quien hace tal o cual cosa”.

Dijo Ibn ‘Abbâs: “Los pecados capitales se encuentran más cerca de los 700 que de los 7, pero debemos entender que no existe el pecado capital tras el arrepentimiento, y que tampoco podemos considerar un pecado menor a aquél en que la persona se perpetúa”.

Este Hadîz también alude a la obligación de equilibrar entre el temor y la esperanza, aunque los Salaf recomendaban que el temor sea preponderante durante el estado de salud, y que la esperanza sea preponderante durante la enfermedad.

Dijo Abû Suleîmân Ad Darânî: “El corazón del creyente debe ser gobernado por el temor, porque si lo gobierna sólo la esperanza, se corromperá”.

El musulmán no debe jamás confiarse en las obras que está haciendo actualmente y pensar que esa será la forma en que morirá, porque nadie lo sabe salvo Allah. Por eso el Profeta dijo: “Las acciones que realmente valen son las que la persona se encuentra haciendo al momento de morir”.

Por lo que no menosprecies tus pecados. No mires lo insignificante que te pueda parecer un pecado, sino que mira la grandeza de Allah que es a quien desobedeces.

Referencias

[1] Transmitido por Ahmad (4/145) e Ibn Yarîr (7/115).

[2] Ver Dar Al Manzûr (3/507)

[3] Ver Dar Al Manzûr (2/147) y Al Bazzar en su libro ‘Al Musnad’ (106).

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